El gran Jefe, un ser supremo capaz de cualquier cosa para mantener el orden en el cielo.
—Ambos saben cual es su misión— aseveró —La quiero muerta y a Lucifer con vida—
—Tendrás lo que pides—
Respondió uno de los demonios de la muerte. Ambos contratados como recurso de último minuto.
[...]
En la tierra.
Narra Camila.—Harry quiero hacerte una pregunta—
—¿Si?—
—¿Porqué no puedo sentir la energía de Lucifer?—
—Eso es sencillo, eres torpe—
Frunci el seño, no era torpe. Me hacía enfadar que pensaran eso.
—Es tan solo una broma camila—
—Idiota— bufé —Debería de haberla encontrado ya—
Harry hablaba cuando quería, era algo frustrante no obtener información. Sin embargo su compañía no me molestaba del todo.
—Camila..—
Escuche mi nombre y me gire para ver de quien se trataba.Dos hombres nos seguían.
—Mm..—
—Eres un ángel tan estupido—
—¿quiénes son?—
—Camila son demonios clase 6— pronunció Harry muy alerta
—Es interesante Aron—
Note que se dirigía a su compañero, alguien fornido y de apariencia ostil.
—Es un estúpido híbrido y esa mujercita es un ángel—
Ambos se hecharon a reír, como si pensaran que no tengo el poder sufiente para matarlos.
—Me encantaría matar a todos estos patéticos humanos que están aquí pero no lo haré— trono los dedos y una dimensión alterna apareció —Aron es hora de divertirnos—
Cerré mis ojos y empecé a transformarme. Mi armadura azulada cubrió mi cuerpo, mi espada blanca resplandeciente en mi mano la empuñe. Mi cabello se volvió gris y mis ojos se volvieron azules, mis alas aparecieron y mi mirada fue directo a los demonios.
—Tiene buena apariencia, esperemos que nos dure un momento al menos—
Mire a Harry y se transformó de inmediato, sus vestiduras eran negras y sus ojos oscuros, como armas unas cadenas lo adornaban.
Frente a mi apareció el demonio Aron, clase 6. Y contra Harry, el demonio Hector.
Un combate se inició, convirtiendo el pacificio espacio en un campo de batalla. Mis golpes eran precisos, directos y causaban daños.
Se reía de mi al principio pero cuando el acero de mi espada, atravesó su piel. La sonrisa desaparecio..
—El juego ya me aburrió—
Su voz era grave, como un perro rabioso. Sonreí al verlo sangrar.
—Detesto a los ángeles como tú—