Sweet Nightmare ~ OffGun (Adaptación)

Capítulo 8 🔥+18🔥

Decidiendo Tay y el extraño que había conocido en el pub que sus respectivos apartamentos estaban demasiado lejos se metieron en el motel más cercano que encontraron. No era de mala muerte pero tampoco era cinco estrellas, pero para lo que lo necesitaban estaba bien.

Tan pronto como atravesaron las puertas de su habitación el hombre más grande acorraló a Tay contra la pared más cercana, dándole un beso que parecía querer devorarle el alma. Tay le respondió como el hombre que era, lo que pareció sorprender un poco al extraño por un segundo, pero prosiguió en su cometido.

Cuando les faltó el aire, el extraño liberó a Tay y se lo quedó mirando. Tay le sonrió lascivamente. —¿Piensas decirme tu nombre o solo se trata de sexo anónimo y olvidable? Me gustan las cuentas claras para saber a qué atenerme.

—Soy Neo, es un placer conocerte.... —El tal Neo movió las cejas a forma de pegunta.

—Tay, también es un placer conocerte, Neo. —Tay le dijo su diminutivo, estaba claro que Neo no quería darle más información, si es que Neo era realmente su nombre. Podía ser pequeño, pero no era ningún estúpido.

Neo sostuvo a Tay de sus caderas y lo alzó, lo que hizo que Tay envolviera sus piernas alrededor de su cintura y ni aun así alcanzaba a tener su rostro al mismo nivel del de Neo. El tipo era enorme, pero por la forma como lo trataba parecía ser gentil, eso animó más a Tay a seguir adelante, ante cualquier señal de peligro correría sin importar que estuviera vestido o no, el pudor nunca fue una virtud en él.

Neo llevó a Tay hasta la cama y luego de acostarlo con cuidado se soltó de él para empezar a desvestirse y Tay hizo lo mismo.

Tay se sorprendió al ver lo que dejaba al descubierto Neo a medida que se quitaba la ropa. Decir que este tipo era la encarnación del dios Hércules era poco. Tenía un cuerpo supremamente bien definido y supremamente velludo.

«¡Vellos!». Tay amaba los vellos y el tipo parecía un oso. Solo esperaba que fuera un osito Teddy y no un oso Grizzly. —¿Te gusta lo que ves, hermoso?

—Claro que si y por cómo me llamaste veo que te gusta lo que estás viendo también. —Tay no era alto, era más bien chaparrito con sus 1,63 de estatura, pero eso no significaba que no cuidara de sí mismo. No le gustaba ir al gimnasio pero ser dueño de un spa tenía sus ventajas a la hora de cuidar de la tonicidad de su piel. Y por la cara que tenía el tipo había valido la pena todos y cada uno de los dolorosos tratamientos estéticos a los que se sometía santamente.

—Me gusta. — Neo le lanzó una sonrisa depredadora antes de volver a situarse entre las piernas de Tay tan pronto como terminó de desvestirse—. Me gusta mucho.

Tay le sonrió a Neo y comenzaron a besarse de nuevo. Neo sabía delicioso, a menta y a macho, con un ligero sabor a licor, lo que excitó a Tay hasta la estratosfera y comenzó a frotar su aun medio tranquilo pene contra el de Neo no tan tranquilo, mientras acariciaba la espalda del gigante.

Cuando Neo se alejó de sus labios y comenzó a descender haciendo un camino de besos por su cuello, mientras sobaba su trasero con fuerza antes de zambullir sus dedos por entre la grieta de sus nalgas, Tay llevó una de sus manos hacia abajo y le dio una tremenda nalgada. —¿Para dónde vas, grandulón?

Neo levantó medio cuerpo, sosteniéndose de los brazos, se veía sorprendido. —¿A dónde crees que voy? Te voy a preparar para follar.

Tay bufó. —Amigo, creo que estás en un error, puede que sea de corta estatura, pero yo soy el de arriba.

Neo se quedó perplejo. ¿Realmente este renacuajo pequeñín pensaba que iba a follarle el culo? Ni en sus sueñosssssssssssssss. Neo se quedó con la boca abierta y babeando cuando la gran polla... no... la enorme boa de Tay se elevó arriba biennnnnnnn alto. Dios, Neo jamás había visto semejante instrumento y realmente su culo latía con expectación. Cerró los ojos, rezando para no arrepentirse de lo que iba a hacer.