I

371 23 12
                                    


Ese aroma, lo conocía bien, tan bien que lo distrajo lo suficiente como para no poder esquivar o parar el golpe que lo impactó en el lado izquierdo. Como consecuencia fue lanzado varios metros por el campo de entrenamiento.

El olor en si era demasiado familiar, lo conocía desde muy joven, Kakashi siempre había sido bueno para detectar aromas. Sus genes Hatake mezclados con los Inuzuka de su madre lo hacían tener un sentido del olfato mejor que el resto de seres humanos.

Por eso usaba la máscara, cuando era pequeño Kakashi solía llorar por lo agobiante que eran los aromas, su padre le consiguió una máscara para  neutralizlos y desde ese momento se volvió indispensable en su vida.

Al principio ese sentido del olfato lo ayudó a deshacerse del dueño de ese aroma, un niño molesto que siempre estaba gritando sobre la rivalidad, el destino y la juventud.

Cada vez que detectaba el olor Kakashi escondía su chakra, saltaba a un árbol y se ocultaba solo para ver como Maito Gai pasaba por el lugar donde había estado anteriormente.

Con el tiempo; más específicamente durante la pubertad el percibir ese aroma lo ponía muy nervioso. Su corazón se aceleraba, su estomago se retorcía y su cara se calentaba. A medida que creció aprendió a controlar esas reacciones poco dignas para un ninja.

Pero los sentimientos en si no desaparecieron, solo se calmaron.

Gai también se calmó bastante con la edad, ya no lo seguía a todas partes gritándole para que tuvieran un desafío, ya no arrastraba a sus compañeros de equipo a misiones peligrosas (no autorizadas) sólo para demostrar que ellos también estaban mejorando y sobre todo aprendió a disimular el brillo en los ojos junto con la mirada de adoración pura que siempre tenía para él.

Si, habia madurado mucho, Kakashi sabia que todos lo habían hecho.

Ahora tirado en el campo de entrenamiento número tres, se preguntaba de donde venia el aroma, no podía sentir el chakra de su rival. Intentó buscarlo con la mirada pero no tuvo éxito, definitivamente Gai no estaba cerca.

La única persona además de él era Obito quien se estaba riendo muy fuerte porque Kakashi había sido lanzado como una muñeca de trapo debido al golpe.

- ¿Bakashi estas bien?- dijo secándose las lágrimas de los ojos y tendiendo su mano para ayudarlo a levantarse. 
Kakashi la tomó un poco molesto, a veces Obito se comportaba como un niño, fue jalado con bastante fuerza haciendo chocar su cabeza con el pecho de su amigo.

De él , era de Obito de quien provenía aquel aroma, aunque muy tenue y ligeramente diferente a como lo tenia guardado en su memoria. Se quedó un segundo analizando este cambio en el olor.

-¡Eh! Bakashi, tierra llamando a Bakashi, amigo en serio no estas bien, ¿te pasa algo?, ¿te golpeé muy fuerte?

Kakashi no entendía porque el olor de Gai estaba mezclado con el de Obito, eran amigos pero no tan cercanos, estaba seguro de que no interactuaban tanto como para que sus esencias se mezclaran como las de Asuma o Kurenai o Genma.

-Ese aroma, ¿por qué hueles así?

-¡Ahh!, ¿acaso huelo mal? - exclamó olfateando su ropa- ¡vamos ni siquiera hemos entrenado demasiado!.

-No, no hueles mal, no hueles como tú o solo a ti

Eso hizo que Obito frunciera el ceño nervioso y se ruborizara levemente.

-¿Qué tal si dejamos nuestro entrenamiento hasta aquí?, no quiero que mi consejero venga a regañarme porque me entretuve mucho tiempo- dijo rascándose la oreja.

Quinto Hokage: Uchiha Obito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora