IV

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Atención, este capítulo contiene un poco de material para adultos sobre la pareja Obigai, si no te gusta lo siento, aun así están advertidos. Y si te gusta adelante disfrútalo (de cualquier manera esta casi al final).

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Habian pasado tres días desde que se enteró por parte de Naruto.

Gai lo estaba haciendo relativamente bien, se despertaba temprano como siempre, entrenaba en la mañana, pasaba tiempo ayudando a los aldeanos y compañeros en lo que necesitaran. Por la tarde, realizaba tareas del hogar.
El problema era cuando la noche caía, toda tranquilidad y calma con la que intentaba tomar las cosas se desmoronaba.

Aún no se le había asignado una misión por lo que no tenia otra cosa por hacer más que esperar a que el Hokage le asignara una.

Gai deseaba que fuera pronto. Necesitaba ocupar su mente con pensamientos menos intrusivos, rogaba por el desprendimiento emocional adquirido al estar en una misión, no quería seguir recordando momentos una vez dulces, llenos de alegría, de amor, de comprensión, de camaradería entre su rival y él. Ahora solo ocasionaban dolor.

Esas veces en las que Kakashi lo miró fijamente por un segundo como si fuera lo más importante del mundo no eran reales, todo estuvo en su mente.
Cuando sintió un toque en la mano, una caricia fugaz durante las misiones, una sonrisa tenue más suave de la que alguna vez Gai habia visto a Kakashi darle a una persona fueron producto de su imaginación, del enamoramiento que sentía hacia él.

Ingenuamente tomó todo eso como señales de que el otro hombre sentía lo mismo. Creyó que Kakashi era algo precavido con sus gustos, con su sexualidad. Que tenia miedo a amar y dejarse amar libremente.

La homosexualidad en Konoha no era mal vista (al menos no entre los shinobis), aunque tampoco era común. La aldea simplemente prefería hacer caso omiso ante tales temas, mientras no afectara al gobierno o fuera algo que causara controversia se le dejaba a la gente disfrutar de su vida amorosa y sexual. Tampoco quería decir que a diario se vieran parejas homosexuales por la calle tomadas de la mano al igual que una pareja heterosexual.

Aún así, Gai imaginó que algún día su amor seria correspondido abiertamente, para ello debia esforzarse, esperar, ser optimista y dedicado. Asi como lo hizo con su carrera de shinobi demostrándole a todos su potencial, haría lo mismo con su amor hacia Kakashi.

Por eso al enterarse sobre la novia de Kakashi Gai se sintió estúpido.

Necesitaba ayuda, consuelo, comprensión por parte de alguien más, de algún amigo, pero no podía acudir a ninguno de ellos, Genma y Ebisu sentiría enojo y frustración le dirían que fue su culpa por hacerse falsas ilusiones. No lo harían de manera cruel o hiriente, pero no tenían el tacto y la sutileza para hacerlo sentir mejor.

Por otro lado Asuma únicamente lo escucharía mientras daba algunas caladas de su cigarrillo, lo dejaría terminar, lo vería llorar y al final le diría que ya lo había visto venir, que la vida era injusta, cruel y no siempre nos da lo que deseamos, así que no podía hacer nada más que aceptarlo.

Y por último Kurenai lo consolaría, le daría palabras de aliento, de comprensión, todo lo que necesitaba. Pero su mirada estaría llena de pena y lastima. Lástima por él.
Si había algo que Gai odiaba era la lástima, no la toleró cuando era un niño débil, o cuando era un adolescente, por lo que no podía soportarla ahora que era mayor, se volvería frágil ante los demás.

La cuarta noche fue la peor, mientras trataba de conciliar el sueño a su mente venían recuerdos, memorias, sueños, ilusiones, eran tan dolorosas que Gai no las podía soportar más, se vistió únicamente con su espandex verde dejando su chaleco y banda olvidados.

Quinto Hokage: Uchiha Obito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora