Capítulo 1

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Todo comenzó en un día lluvioso. Mamá me había dicho que haría un nuevo amigo. Yo estaba emocionado. Los únicos amigos que tenía en ese entonces eran mis primos, así que jugar con alguien nuevo y casi de mi edad, era una completa alegría.

Mi madre había preparado una cena costosa, en todo el día no salió de la cocina, y por supuesto, yo le ayudé a preparar todo para nuestros invitados.

—Mamá, ¿cómo es mi nuevo amigo? —pregunté con mucha emoción.

No podía esperar más para conocerlo. Quería jugar con él.

—Es un chico tímido. —me dijo mientras se maquillaba en el espejo. 

Lo recuerdo tan bien, mi madre se estaba arreglando demasiado, incluso más que cuando papá y ella salían a comer juntos.

—También le gusta jugar. —añadió muy entretenida con su delineado. 

No podía acercarme a ella cuando comenzaba a delinearse, porque si la distraía o movía, su maquillaje se arruinaría.

—¿Y cómo se llama? 

—Jimin. —contestó sin prestarme mucha atención. 

—Suena amigable. —comenté jugando con mis pies.

—Yoongi... —suspiró pesado— ve con tu padre.

—Pero papá no está. 

Papá estaba afuera, no sabía a dónde había ido. Él solía salir mucho y a mamá le molestaba tanto.

—Entonces ve y acomoda tu cuarto para que Jimin juegue contigo.

En mi cabeza eso sonó bastante lógico, así que fui a mi habitación y dejé algunos juguetes a la vista. El jenga lo dejé afuera; a mí me encantaba mucho crear torres con las tablitas y hacer lo posible por no tirar las mías, pero tiraba las de mamá, por eso ella no jugaba conmigo.

Mamá me había arreglado muy elegante, supuse que ese tal Jimin tenía mucho dinero. Esperaba que él llevara juguetes también. Porque si tenía dinero, seguro tenía un carrito a control remoto. Yo quería uno de esos pero no teníamos tanto dinero como para comprarme uno. 

Esperé con ansias a que llegara la noche. Papá ya estaba en casa, mamá estaba enojada con él porque se tardó mucho afuera, pero ya estábamos listos para recibir a los Park.

Cuando los Park llegaron, mi madre nos pidió comportarnos. No entendía por qué nos pedía eso, incluso se lo pidió a mi papá.

Recuerdo a los padres de Jimin...

La señora Park usaba tacones, yo la miré enorme, y llevaba de la mano a ese tal Jimin. ¿Por qué se miraba tan asustado? Supuse que lo habían regañado. Sin embargo, hacía lo posible por no hacer contacto visual conmigo y eso me molestó mucho. Él en verdad no quería jugar conmigo. Y el señor Park era apuesto, pero no tanto como mi padre. Me pregunté de dónde salieron, mamá nunca había hablado de ellos. O tal vez yo nunca la había escuchado.

—Hola, Jimin —le dije una vez que los adultos se fueron a platicar. Él miraba al suelo, ¿por qué?—. ¿Te regañaron?

Él negó.

—A mí sí. Mamá quiere que seamos amigos y no sé si tú también quieras.

Mi madre me había regañado porque dije "¿y si no me cae bien?".

—Yo... sí. —murmuró.

—¡Genial! ¿Tienes amigos en la escuela? —él negó nuevamente—. ¡Yo tampoco! —dije muy feliz.

Lo tomé de la mano y lo llevé a mi habitación. Él estaba muy indiferente, era bastante serio como para tener siete años, pero le mostré mis juguetes y juro haber visto emoción en sus ojos.

—¿Tienes juguetes? —le pregunté y negó. Yo no podía creerlo. ¿Un niño sin juguetes?—. Pero tú tienes dinero, ¿no?

—Papá cree que los libros son mejor que un juguete. —contestó bastante serio.

Pensé que no hablaba, pero esto fue una buena señal, estaba entrando en confianza.

—Entonces puedes venir a mi casa cuando quieras, jugaremos siempre y ¡seremos los mejores amigos!

Había visto a los chicos de mi escuela jugar entre ellos, no sé por qué me excluían, pero ahora ya tenía a mi mejor amigo; la idea me había emocionado.

—¿Mejores amigos? —preguntó y lo pensó. Bastante. En verdad sentí que pasó mucho tiempo. Pero aceptó y me abrazó.

Me pareció bastante lindo, yo también lo abracé con fuerza. Después me miró a los ojos, yo le sonreí. Me gustaba mucho abrazar a mis amigos (primos), pero se acercó a mí de una forma como cuando la directora regañaba a las parejas de sexto grado por andar besándose. Exacto, Jimin me quiso besar.

Lo empujé, él me miró con sus ojos llorosos y entré en pánico al pensar que lloraría; si lo hacía, mamá se iba a enojar conmigo porque hice llorar al hijo de los Park. Le tapé la boca y lo volví a abrazar.

—Los mejores amigos no se besan. Los mejores amigos juegan. —le dije.

Él pareció entender, pero después me miró con confusión. 

—¿Entonces tu mamá y mi papá no son mejores amigos? 

Debo admitir que no entendí. Yo solo negué, Jimin me miró sorprendido.

—Los novios se besan o los esposos. —expliqué.

Jimin me miró más sorprendido, bajó su mirada y comenzó a llorar tan fuerte que mi madre vino a ver qué sucedía. Ella quiso abrazar a Jimin pero él gritó y lanzó patadas. No quería que mamá le tocara. Hasta que llegó su madre y se lo llevó.

Me puse muy triste porque mamá me regañó. Jimin jamás dijo por qué lloró, pero sí dijo que no fue mi culpa.

Después de ese día comenzó a venir seguido. Y siempre que él venía, mamá se iba. 















RED. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora