¿A qué estamos llamados ? ¿Qué posibilidades existen determinadas por mis Números?
Es importante descubrir a tiempo nuestro llamado en la existencia y con el camino de vida nos referimos a ese
descubrimiento que es llamado también vocación. No es determinante en el sentido que todos cumplan con el mismo camino de vida por tener el mismo Número. Aquí, veremos las
posibilidades que hay por la vibración de estos Números, pero debemos estar consientes de algo muy importante: Los caminos tienen siempre bifurcaciones, circunstancias, aciertos y tropiezos,
como todo lo importante no es el camino en el que vamos sino vivirlo, a sabiendas de que la finalidad es evolucionar, trascender, borrar karma negativo con actos de amor y perdón y así, entrar a la Ley del Dharma: Encontrar la luz espiritual y establecer un camino de Amor, paz, bondad, rectitud, etc. Es nuestra realidad
como seres espirituales y en estas leyes universales necesitamos primero conocer una fundamental que es el perdón. Si deseo avanzar, necesito perdonar, pero no hablamos de un perdón falso y de conveniencia, hablamos del perdón profundo que te hace comprender que primero tienes que saber perdonarte a ti mismo
para después perdonar al otro.
¿Por qué es importante el amor y el perdón para el seguimiento de nuestro camino? No podemos andar sin amor. Para poder avanzar con soltura y desprendimiento necesitamos primero
liberarnos de todo aquello que nos detiene y lo que más nos bloquea en este andar es quedar atrapados en emociones como el rencor, los celos, el aferramiento, la ira, la envidia y demás venenos.
Y la práctica del amor y el perdón es la que más nos ayuda en el camino de la liberación.
Cuando nos encontramos en un proceso donde es necesario perdonar a alguien que nos ha lastimado ya sea con sus palabras, indiferencia, deslealtad, infidelidad, traición o cualquier acto que pueda herir nuestra integridad física, mental y emocional, el perdón es la manera en que podemos sanarnos y ayudar a sanar. ¿Estamos realmente capacitados para lograrlo? La capacidad para perdonar al igual que la capacidad de amar, es un acto de la voluntad, se debe trabajar, no nacemos sabiendo perdonar, hay que aprender a hacerlo y es arduo trabajo.
Olvidar, es un acto que no tiene nada que ver con la voluntad, puede suceder que deseas olvidar y los recuerdos almacenados en tu disco duro no te lo permiten, para conseguir olvidar
tendríamos que tener un botón semejante al “Delete” de las
computadoras y así, borrar todos aquellos recuerdos que nos encadenan y que no permiten que perdonemos. Algunas personas corren con más suerte ya que parecen estar dotadas de ciertas sustancias químicas en su cerebro que les ayudan a borrar en automático todo aquello que les lastima, se cierran y crean sus propias conclusiones cerrando así la entrada a los sentimientos propios y ajenos. “De alguna manera el perdón compensa lo que Dios no pudo darnos cuando nos creo, es decir, la capacidad para cambiar el pasado.” Adolfo Pérez Esquivel, (Premio Nóbel de la Paz 1980)
Es una realidad que lo único que podemos hacer con el pasado es
recordarlo e intentar aprender de las experiencias para liberarnos de lo que nos hizo daño y dejarlo atrás no cargarlo.
La memoria no permite olvidar, sería un error de la naturaleza, porque es la que va forjando la experiencia del individuo. En una conferencia a la que asistí se me quedo muy grabada la siguiente frase: "Es posible el perdón pero no el olvido, debemos aprender
a perdonar pero no debemos y tampoco podemos olvidar".
Los recuerdos buenos o malos siempre son parte de nuestra existencia, el cerebro es una gran máquina capacitada en borrar lo que verdaderamente no importa y de retener aquello que si es trascendente o vital para la supervivencia. La Kabbalah por ejemplo explica que de no ser así, toda la información que
recibimos desde la esfera pasiva de Hod se convertiría en un mar tan basto creando locura. Si deseamos equilibrar esto debemos entonces utilizar la esfera contraria del árbol Netzah que es activa y dinámica, entre las dos se encuentra Yesod (El Ego) y por encima de esta Tiferet (El Ser) dónde podemos encontrar el equilibrio, en la parte central del árbol, entre Yesod y Tiferet por el sendero llamado “De la honestidad”
