El oscuro Christian Grey

Capitulo 40

Abro los ojos y siento que mis papados no quieren abrirse me quedé dormido en el sofá ¿en qué momento? Y una manta?.

Lo ultimo que recuerdo fue que estaba viendo tv con Teddy luego él se quedó dormido..

Dios mio… Teddy.. me levanto de un salto y veo a Ana con una taza de café.

— Ana?

Y ella me sonríe le dio risa la forma que desperté y me levanté.

— Buenos días Christian dormiste bien?

— Eh.. si.. si? Me quedé dormido con Teddy por un momento pensé que lo tiré.

— Él está bien.. ahora si duerme tranquilamente después no dejarnos dormir casi toda la noche y tu te ves como si no has dormido en años.

Me acerco a ella pero retrocede. — Christian no.

— Ana solo quería darte un beso de buenos días nada mas.

— ¿Qué quieres Christian?

— A ti..

Ella niega con la cabeza. — No empieces que no llegaremos a ningún lado.

Me siento frente a ella — Está bien no voy a insistir por ahora pero tratemos de ser amigos al menos.

— Ja! Amigos? Estas mal Grey

— entonces que es lo que quieres Ana? quieres que solo hablemos por mail? Textos skype? si eso quieres esta bien por mi.

— Está bien trataré de llevarme bien contigo.

Cuanto mas ella me rechaza yo más la quiero y la deseo, no pienso parar hasta hacerla mía nuevamente, ahora que tiene un hijo mío será mas fácil llegar a ella, bueno eso espero, no quiero a usar a mi hijo para llegar a ella pero es una gran ventaja tenerlo como aliado.

Me despedí de ellos Ana quedó en ir de compras con Mia que por cierto la fiesta del cumple mes será mañana, Teddy cumple siete meses y estoy seguro que cada mes habrá fiesta para él, me agrada.

Oh.. ahora que le compro?

ESCALA

— Señor donde ha estado? Pensamos de todo por su desaparición.

Taylor siempre exagerado, ni que me hubieran secuestrado..

— Traquilo Taylor no es para tanto fui a ver a Ana.

Se queda mirándome arrugando la frente.

— Ha pasado la noche con ella?

— No de la manera que piensas (apuntándole el dedo) fui por Teddy ha estado inquieto y fui a ayudarla.

Veo que se le relaja el rostro.

— Me alegra oír eso señor.

Hablo con Taylor sobre nuestros planes para mañana y de que no tengo la menor idea de que regalarle a un bebé de siete meses.

Le escribo a Ana para preguntarle como está y que está haciendo, tarda mucho en contestar ¿Qué estará haciendo?.

— Señor..

— Que pasa Taylor apareces y desapareces como un fantasma.

— Hay algo que me preocupa y a usted también debería preocuparle.

— Que es?

— La señora Lincoln

me tenso al oír su nombre