Un baile de Invierno.

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“Querido hijo:

Escribo esta carta con la finalidad de darte mis más sinceras felicitaciones ante tu egreso de tus estudiantes, informándote que llevaremos a cabo una fiesta para celebrarte a ti así como de paso presentar a tu queridisima prima en edad casamentera, Emma, que como sabrás no ha logrado conseguir un esposo. Estamos esperanzados en que la llegada de la familia Hiddleston a la ciudad pueda cambiar ese desafortunado destino que se ha marcado en ella desde que se juntó con la srita. Radcliffe.

Espero grandemente tu presencia antes de las festividades para que tu llegada apacigue mi mortificado corazón.

Con amor, Mrs. Felton.”

Un suave suspiro airoso salió de aquellos pequeños labios que pronto esbozaron una sonrisa apenas terminó de leer aquella carta que por la mañana, había sido entregada a él.

Sir Thomas Felton, o “Tom” como era vulgarmente conocido, era el hijo menor del matrimonio de Peter y Sharon Felton, descendiente de una familia con dotes financieron absurdamente grandes. Lejos de casa, se mantenía en un internado estudiando para convertirse en doctor siendo el segundo hijo en no ser un terrateniente como lo era el primogénito y el segundo de aquel matrimonio.

— ¿También te ha llegado a ti una carta? —Se adentró a la habitación, Sir Daniel, el primogénito de 24 años, al igual que él, de la escandalosa familia Radcliffe. Aquel varón de cabello negro dejaba sobre la mesa que yacía a un lado de su cama las múltiples cartas que había recibido.— De tu padre supongo.

Sir Daniel Radcliffe era el primogénito heredero de las riquezas Radcliffe, dueño de los territorios de viñedos más grandes y mejor cotizados del país entero.

— Me gustaría pero no, ha sido de mi madre pidiendome ir cuanto antes de regreso.—Respondió doblando nuevamente aquel pedazo de papel amarillento para guardarlo de regreso al sobre de la carta mientras abría uno de los cajones de su escritorio y dejaba en el fondo aquella carta. El de hebras doradas llevó sus ojos a las cartas de que desbordante caían sin piedad de la madera al suelo afelpado de la habitación.— Has sido muy solicitado este mes al parecer.

Una suave risa salió de Daniel quien negaba con la cabeza.— Que más me gustaría, al igual que tú son cartas únicamente de mi familia, mi padre quien me solicita y mis hermanas que me mandan sus buenos deseos y felicitaciones por la realización de mis estudios.

— Cierto, tus encantadoras hermanas. —Habló ironizando aquel tono seguido de una risa tranquila y amena.— No tengo la oportunidad de conocer a tus hermanas aún.

— Espero que tengas el placer pronto en la fiesta de celebración de tu queridisima prima.

— Oh ¿Ya estás enterado?

— Las noticias vuelan rápido, pero tengo entendido será una fiesta donde también será la bienvenida de una nueva familia... Los Hiddston...

— Hiddleston. —Corrigió aquel rubio consiguiendo que el pelinegro asintiera dándole la razón.— ¿Sabes quiénes son? Mi madre no ha mencionado más.

— Sí, mi familia a tenido algunos roces con esa familia pero nada más, realmente no estoy tan enterado de las cosas como me gustaría.

Sir Thomas y Sir Daniel eran buenos amigos que el internado de medicina había juntado, y no solo entre ellos eran buenos amigos sino también con los hijos del matrimonio Phelps, James y Oliver, un par de gemelos agradables. Aunque estos hermanos fueron bien aceptados por los señores Felton lamentablemente Daniel no corrió con la misma suerte siendo un poco más difícil que su amistad fuese aceptada, principalmente para su madre que catalogaba a los Radcliffe como una familia desastrosa.

Un baile de invierno. © [Tom Felton]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora