𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝙸𝙸

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Ligeras gotas de lluvia caían sobre su rostro, provocando que el pelirrosa despertara

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Ligeras gotas de lluvia caían sobre su rostro, provocando que el pelirrosa despertara.

Abrió los ojos viendo, en primer plano, su mano descansando sobre tierra húmeda. Después de recobrar el sentido decidió levantarse lentamente para evitar mareos, su vista se paseó por sus alrededores tratando de encontrar a alguien más.

La brisa azotó su cuerpo, haciéndolo caer. La sensación de contacto de su mejilla contra la tierra fue algo reconfortante, por alguna razón se sentía perdido y ese golpe lo hizo reaccionar, así, dándose cuenta de donde se encontraba.

Un campo de fresas.

Era justo como si Yuji hubiera ingresado en sus propios pensamientos. Las fresas eran de distintos tamaños y tonos, las plantas de donde crecían estaban esparcidas aleatoriamente lográndole transmitir una sensación de familiaridad, la tierra estaba ligeramente húmeda por la tenue llovizna que había y, por último, el cielo estaba lo suficientemente nublado como para mirar hacia arriba y no lastimar sus pupilas, además de haber arbustos y árboles.

La idea de recorrer el lugar no fue mala idea. En un principio.

Itadori se levantó, de nuevo, comenzando a caminar por los estrechos senderos puso atención en como cada vez que avanzaba su campo de vista se ampliaba dejando ver aún más fresas, árboles y arbustos. Durante bastante tiempo estuvo caminando por los senderos que, a veces, solían separarse en dos o tres caminos, esto lo confundió.

Caminaba y caminaba más no encontraba nada diferente a lo anterior, pensó en tal vez estar dando vuelta en círculos, pero ese pensamiento fue descartado al ver como el paisaje y los senderos no repetían su posición.

Al cabo de unos minutos se recostó en unos arbustos boca arriba, mirando hacia su costado para que las pequeñas gotas de lluvia no irritaran sus glóbulos oculares. Se encontraba cansado de tanto divagar.

Cerró sus párpados para relajarse.

Justo antes de poder caer en sueño sintió una extraña sensación desagradable, se sentía observado, dudo en abrir los ojos con el temor de encontrar algo que no fuera de su agrado, pero al final los abrió rápidamente alcanzo a visualizar una sombra blanca esconderse por el rabillo del ojo.

Yuji, exaltado, giró su cuello bruscamente en la dirección donde vio la sombra, pero esta no estaba. Sus pupilas se dilataron tratando de encontrar aquello que lo asechaba, sus ojos se movían aceleradamente a todas direcciones a la vez que su corazón latía cada vez más rápido.

Buscaba desesperadamente a la sombra, mas solo la podía ver de reojo escapando de su campo de visión, pero pudo notar que sus patrones se repetían por lo que a los segundos pudo fijar su vista en aquel cuerpo de luz blanco, el cual no se encontraba contento de haber sido descubierto.

La sombra, la cual no tenía forma definida, comenzó a distanciarse sin importarle ser vista de nuevo.

Itadori al ver que aquel ser se alejaba, apresuradamente, comenzó a seguirlo. Esta acción pareció no agradar a la sombra pues el pelirrosa pudo ver como se tornaba cada vez más oscura al igual que el cielo, las gotas se hacían cada vez grandes y frecuentes, pero el chico no se detuvo.

𝚂𝚝𝚛𝚊𝚠𝚋𝚎𝚛𝚛𝚢 𝙵𝚒𝚎𝚕𝚍𝚜 | 𝚂𝚞𝚔𝚞𝙸𝚝𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora