Capítulo 1-Ayer.

127 3 0
                                    

Llego cansada, estoy harta, no puedo más, solo quiero quedarme quieta, mirando el techo de mi habitación y como único sonido mi respiración.

A veces pienso que nada tiene sentido, en fin, quizás pueda dormir un rato, solo quizás...

-¡SHIRO, ARRIBA!-¿Qué? Mierda, me quedé profundamente dormida. No tengo nada listo, mi madre me va a matar, llegaré tarde y tan solo es el primer día.

Bajo las escaleras a toda prisa mientras termino de ponerme el uniforme, me tropiezo pero no me llego a caer, bien, bajar a la cocina, conseguido.

-Ohayo mamá.

-Llegas tarde, desayuna rápido y vete.

-Lo sé, lo sé, relájate,¿vale? Llegaré a tiempo.

Llegué tarde.

Fui corriendo todo el camino, menos mal que no llevaba libros por ser el primer día.

De repente, no me dio tiempo a reaccionar, otro estudiante(supongo) corría sin parar en dirección contraria a mí y, en el preciso momento que me paré a coger aire para entrar...Se chocó de lleno contra mí.

-GOMEN, GOMEN, LO SIENTO, PERDÓNAME. Llegaba, bueno, llego tarde-Sonrió.

-No...no importa pe...pero...¿puedes levantarte?

-Ay, sí, sí, perdona, que idiota-Dijo sonriendo mientras se levantaba y sacudía de tierra sus pantalones.

Acto seguido me tendió la mano para ayudarme a levantarme, la cogí e instantaneamente empezó a sacudirla a modo de saludo.

-Hola, soy Reik, Reik Matsuoka, encantado-Dijo con una sonrisa en la cara y entre carcajadas.-Se puede decir que me ha chocado mucho verte- Empezó a reír él solo de su propia gracia.

No pude evitar sonreír. -Soy Shiro, Shiro Evans.-Creo que se extrañó de mi apellido, en Japón no debe ser muy común.

-Deberíamos ir a clase-Dijo mientras ya empezaba a caminar-¿Que cursas?

-Pues...Es que no sé como se dice aquí exactamente...Primero de preparatoria, creo.

-Yo este año empiezo segundo, hubiese sido genial estar juntos en clase...Eres nueva, ¿verdad?

-Sí, vine hace unas semanas y hasta ayer mismo estuvimos de mudanza...

-Bueno, yo te presentaré gente para que no empieces con mal pié o malas compañías, fíate de mí -Volvió a reír. Que chico tan activo, pensé.

Sin despedirse entró en la clase que le correspondía y yo fui a la mía, a ver que me deparaba aquello, todo era nuevo para mí, tenía miedo.

DeliriosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora