VIII

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Jié miraba a los tres chicos quienes se encontraban de pie frente al juez, la víctima también estaba frente a ellos, sollozando y parecía que en cualquier momento se desplomaría por lo abrumada que se encontraba. Mencionando algo importante, es que ninguno de los tres chicos estaban serios mucho menos preocupados, es más, de vez en cuando parecían sonreír pero trataban de esconderlo. Una total burla para la familia de la chica que los acusaba.

Y como todo mundo se lo esperaba, fueron liberados. El juez determinó que estaban en libertad debido a la falta de pruebas, no había nada para poder acusarlos, pero... ¡sorpresa! Si, si la hay, o más bien... había. Un video con todo lo que había pasado ese día era más que suficiente para acusarlos, pero claramente se ocuparon de que esto no fuera así. El juez también tuvo que ver, y mucho.

Por otro lado, Jié se levantó de su asiento con una gran sonrisa plasmada en su rostro para después acercarse a ellos, específicamente a su novio, quien la abrazó y besó de inmediato. De fondo, los gritos de la familia de la chica y sollozos estaban presentes pero prefirieron ignorarlos. Así era mucho mejor.

Por unos segundos, Jié la miró, se encontraba destrozada. En pocas palabras. Pero Jung no tuvo ningún sentimiento de lástima o algo parecido, solo le sonrió pero no fue correspondida, solo negó sumergiéndose en los brazos de su padre quien le gritaba barbaridades a los tres chicos que felicitaban su libertad. Una libertad que no deberían obtener.

— Ganamos, como lo teníamos pensado — Susurró Taehyung en el oído de su chica.

Los demás trataban de asimilar que no defendieran a la víctima, ni siquiera se tomaron el tiempo para investigar más a fondo, ella había relatado todo de una manera tan real que causaba escalofríos, lo que le habían hecho era horrible. Pero ellos se negaron ante esto, en medio del juicio, Jungkook no despegaba la mirada de la chica, lo hacía con burla pero a la vez también furia por hacerlos perder tiempo.

Por el lado de Jié, las cosas iban de mal en peor, cada día tenía más episodios y poco a poco recuperaba su memoria. Lo peor de todo es que era una total rebelde y Hoseok no podía más con ella, trató de cuidarla y alejarla de esos tres chicos, le dijo por un buen rato para que entendiera lo mal que estaba y que eran un peligro. Ella aún no recordaba el detonante que le causó ese shock.

— Espero que algún día te arrepientas de todo lo que tú y tus amigos han causado en mi hija — El padre de la chica había hecho a un lado a Jié para poder enfrentar a Taehyung quien sonrió al terminar aquellas palabras que le dedicaba.

— Créame que no es la primera vez que hago algo como esto, han pasado años y no hay señales de arrepentimiento. Mejor vaya y comience a educarla, porque le comento algo que si hija no hizo... — Soltó una carcajada y miró a la víctima que era abrazada por su madre y se encontraba a varios pasos de ellos — Usted cree es una hija perfecta, a la cual educó muy bien pero le dire que es todo lo contrario, mire que restregársele a un hombre teniendo novia.

— ¡Eso es mentira! — Gritó el padre.

— No, no lo es. Ella comenzó, fue la que nos provocó y después ¿que? Queriendo venir a echarnos la culpa de su borrachera, mire, lo mejor será enviarle un video para que abra los ojos y se de cuenta de la clase de hija que realmente tiene — Susurró, dicho eso, esquivó al hombre para dirigirse a su novia quien se encontraba cruzada de brazos con la mirada puesta en la víctima. Parecía mirarla con furia.

Todos salieron de aquella sala, los tres chicos salieron del edificio junto a Jié quien era abrazada por la espalda debido a lo cariñoso que era Taehyung, el chico la besaba cada que podía hacerlo. Pero esto se detuvo en cuanto miró a la persona que se encontraba frente a ellos, Jié comenzó a temblar y a retroceder cada vez más hasta el punto de querer salir corriendo pero Jimin la detuvo.

— ¡No! ¡No! ¡Suéltame! ¡Me hará daño! — Gritó con desesperación, todo sucedió en segundos, fue tan rápido que pensaron que ella se quedaría en algún tipo de shock. Pero no, rápidamente su mente la puso en alerta para que saliera corriendo.

Algunas personas la miraban mal o extrañados por su comportamiento, comenzaba a gritar que por favor lo alejaran de ella pero el hombre se dio el tiempo de decirles a los presentes que comenzaban a presenciar el momento, que Jié estaba en camino al hospital psiquiátrico. Taehyung y aquellos dos carcajearon por la mentira y sin más que decir, se adentraron al auto.


Cinco horas después.


— ¿En donde está? — Preguntó Hoseok con desesperación, su cabello era un desastre y ni hablemos de su habitación, todo estaba totalmente regado.

— Hoseok — Mencionó Yoongi con un suspiro; algo malo venía. Lo sabía.

— ¡Habla de una buena vez!

— La encontraron en un terreno abandonado, solo.... Dios mío, esto es difícil — Susurró Yoongi — Solo se encontraba cubierta con una manta blanquecina.

Jung soltó el teléfono móvil de golpe, llevó una mano a su boca ahogando un sollozo y se dejó caer al piso, totalmente destrozado. Sintiendo que su corazón se partía en dos ante tal noticia.

Hoseok gritó, hasta el punto de que su garganta doliera terriblemente. Él le había advertido esas compañías.

Trató de llamarla pero el teléfono móvil resonó en toda la habitación, Hoseok se quedó estático por aquello, él recordaba perfectamente que su hermana llevaba consigo el móvil. Ni loca lo dejaría a la vista de su hermano.

Rápidamente se levantó para dirigirse al armario de donde provenía el móvil, abrió las puertas de golpe encontrándose con el artefacto envuelto en una bolsa de de plástico transparente, llevaba plasmada algunos números y el móvil... no sabía porque, pero contenía algunas manchas de sangre. Hoseok bajo lentamente su brazo causando que volviera a caer al suelo, la ropa que ella solía usar, no se encontraba. Solo blusas que solía colocarse hace dos años, cuando aún acudía a las fiestas.

Kijeopa | Maknae LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora