XI

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— ¡Hazlo! ¡Pégame! ¡Ya no puedo vivir más con todo lo que estás haciéndome día con día! — Los gritos de Jié se escucharon realmente estruendosos, Seokjin bajó los últimos escalones de manera molesta y la tomó fuertemente de su barbilla causando que la chica comenzara a molestarse.

— Espera a que me divierta un poco más — Susurró mirándola a los ojos, Jié soltó un jadeo cuando Jin la había soltado, acto seguido, trato de escaparse de aquel temible hogar.

Jié corrió hacia la puerta principal y cuando estuvo a punto de lograrlo, Seokjin la tomó de su cabellera con demasiada fuerza que no tuvo otra opción más que retroceder, ella sollozaba de una manera intensa y a este punto creía qué tal vez alguien había escuchado lo que sucedía dentro de aquel temible hogar.

Segundo acto, Seokjin la lanzó al suelo como si se tratara de una muñeca de trapo, Jié logró colocar sus manos antes de golpearse mucho peor, de sus bonitos ojos salían las lagrimas que inundaron su rostro pálido, Jin comenzó a golpearla de una manera tan horrorosa que en ese mismo momento, ella pensó que no vería más a su hermano, qué tal vez no saldría de aquella donde todos la tacharían como desaparecida y su caso quedaría en el olvido.

Pero no fue así, Jin después de algunos minutos, se levantó y la miro como si esté la odiará demasiado. Jié se quedó sentada en el frío suelo, observando las gotas de sangre que se encontraban a su al rededor, dolía demasiado por cualquier parte de su anatomía. Ambos ojos ahora se encontraban hinchados, ¿como llegaría de esa manera con su hermano?

Así que decidió armarse un plan para encubrir a Jin, tal vez por medio de una llamada le diría a Hoseok que solo iría con su novio a unas pequeñas vacaciones. Aunque esto no le agrade del todo.

— ¿Porque no huyes? — La pregunta de Taehyung fue inesperada, Jié tomó asiento en el sofá y colocó la compresa fría en su ojo izquierdo.

— Sabes perfectamente que esa sería la última opción, Jin es un hombre peligroso.

— Jié, todos te advertimos sobre él, aparte de peligroso, es demasiado mayor para ti. Sabías las consecuencias que se podrían venir en cuanto aceptaste estar con Jin — Taehyung despeinó un poco su cabello ondulado, admiró por algunos segundos la fotografía que se encontraba en la mesa de cristal.

— Pensé que sería diferente ¿si? Él al principio me trataba demasiado bien, así que pensé que las cosas seguirían así — Se encogió de hombros, Jié tan derrotada y pasando cosas como a estas a una edad tan joven. Nunca lo pensó.

Ella siempre había creído que al momento de comenzar su relación con Seokjin, le arrebató su joventud, la cual no disfrutó mucho. 

Jin, con tan solo treinta y ocho años y ella con veinte, ambos habían experimentado cosas totalmente muy diferentes. Él por su parte, decidió tener un negocio ilegal para obtener rápidamente dinero, Jié era una chica que le atrajo en todo los sentidos posibles.

¿En que momento se había liado con un hombre más mayor que ella? No lo sabía, pero por un momento sintió el temor inundarle. Quedarse totalmente sola con alguno de ellos, no era buena idea, sin embargo aquí se encontraba Taehyung. Cada uno, era peligroso y Jié lo supo perfectamente cuando lo intentó con Jimin.

Jié había pensado qué tal vez ser amigos con ellos, sería buena idea. Pero no. Ninguno era de esa manera, comenzando por Seokjin, el siguiente de la lista se trataba del mismísimo Min Yoongi, quien decía ser mejor amigo de su hermano, Hoseok.

Aquel hombre de tez pálida, guardaba una infinidad de videos. Desde que Seokjin había conocido a Jié hasta la fecha actual, había distintos pues algunos solo trataban del maltrato físico que solía hacer, otros simplemente de momentos íntimos y por último, solo Jié caminando "libremente" por diferentes lugares. Seokjin se aseguraba de vigilarla en cada momento pero la chica no estaba enterada de esto.

Aquellas palabras y conversaciones habían quedado en el olvido, Jié no permitió que alguna otra persona se metiera en su relación para tratar de decirle que Jin era demasiado peligroso para ella. La chica se había enamorado tanto de él que cualquier advertencia que le hacían, prefería no escucharla.

Ella solía pensar qué tal vez era la envidia que le tenían, Seokjin era un hombre demasiado guapo pero era cuestión tuya si decidías meterte con él, todos sabían de quien se trataba y los negocios en los que solía estar. No, no era nada bueno, ni siquiera con su propia novia.

— ¿Por que te gusta ser el segundo plato de la mesa? ¿Acaso no te quieres a ti misma? — Aquellas palabras comenzaban a molestarla, Jié bebió de un solo trago la bebida que no tenía idea de que se trataba pero le había gustado tanto.

— ¿A quien le importa eso? Soy la que más disfruta a Seokjin — Sonrió de manera coqueta, en ese momento, Jin había llegado tomándola de la cintura y besándola con mucha pasión. Mientras que los demás chicos solo miraban y pensaban que Jié cada vez estaba hundiéndose.

A la edad de treinta y ochos años, Jin contaba con una familia, es decir, su esposa quien solía esperarlo cada noche pero él nunca llegaba, pues si no se encontraba en negocios, permanecía estando con Jié.

Cuando Hoseok se enteró de aquella relación, fue como darle con un puñetazo en sus partes. Él estaba consciente de que era mayor pero Jié solo mencionó que tenía treinta años o la cosas serían mucho peor. Para Hoseok, el hombre era una persona necesitada de recursos cuando no era así, todo lo contrario. Así que Jié mintió tanto con tal de permanecer a un lado de Jin.

Seokjin.

Por su parte, al día siguiente de lo que había sucedido con la chica, dio órdenes para que la sacaran de ese lugar. Quería verla.

Así que sus hombres rápidamente fueron a seguir las órdenes que Jin había dado. Poco tiempo después, tal vez unas cuatro horas más, entregaron el cuerpo a Seokjin. Él la vio, demasiado golpeada, con moretones por toda su anatomía, parecía ser que llevaba huesos rotos por la manera en que se encontraba y el rostro tan hermoso que solía recordar, ya no era el mismo, debido a los golpes extremos, era difícil reconocer que se trataba de Jié.

Seokjin permaneció de pie, la observaba de pies a cabeza y por algún segundo sintió arrepentimiento. Escucho algunos pasos detrás de él, pero no volteó hasta que los chicos quedaron frente a él, todos rodeaban el cuerpo de Jié.

— Esto es demasiado fuerte — Susurró Taehyung, con la mirada perdida en la chica. Sus manos se encontraban tensas y parecía querer salir corriendo en cualquier momento.

Por parte de Min, él solo masticaba la goma de mascar sin ninguna preocupación encima, Jimin solo la miraba y recordaba el momento exacto del acto y lo que anteriormente la había hecho pasar él mismo, por último, Jungkook se dedicaba a soltar el humo grisáceo y tóxico, en cierta parte lo ayudaba un poco a tratar de relajarse ante la escena que se encontraba mirando.

Aquel había sido el final de Jié, quedó en manos de un hombre peligroso que no supo valorarla y cuidarla como se lo había prometido, sus amigos en algún tiempo pensaron qué tal vez, Seokjin si cambiaría por Jié, pero no fue así. Cuando a Kim le invadieron los celos, la droga y todos los problemas, llegaron encima de él y a pensar de forma diferente.

— ¿Que harás con ella? — Por primera vez, Jungkook había hablado. Seokjin seguía mirándola, parecía estar sorprendido por la manera en que ella había quedado.

Toda la ropa bonita que llevaba esa noche, estaba rasgada y queda muy poca tela, su cabello solía ser lo que ella más cuidaba y ahora solo se encontraba destruido, Seokjin observó sus manos, aún llevaba los anillos que él solía regalarle porque le encantaban demasiado.

Y una vez más, lamentablemente, se unía una chica víctima de unos hombres.

Ella solo quería ser feliz. Pero Seokjin no se lo permitió.

— Colóquenla en un lugar donde no la encuentren — Dicho aquello, Jin se dio la vuelta sin decir algo más, caminó rápidamente para salir de aquel lugar. La ansiedad le había invadido y las imágenes de Jié en su mente no desaparecían.

¿Realmente se había arrepentido?

Aunque fuera así, ya no había nada más que hacer.

Kijeopa | Maknae LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora