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Hoseok detuvo sus pasos en cuanto entró a la habitación de Jié, cerró sus ojos con fuerza soltando lágrimas inconsolables al igual que la flor marchita que llevaba en su mano izquierda, cayó al suelo. Vestía un traje en color negro, su cabello se encontraba muy despeinado y unas grandes ojeras adornan su bonito rostro. Se veía fatal ante los ojos de cualquier persona.

La habitación seguía intacta, tal y como ella la había dejado la última vez que estuvo dentro, ropa desparramada en su cama junto a las cobijas las cuales estaban arrugadas, toda la línea de maquillaje en el tocador con un poco de desorden. Eso dolió. Cada vez que Jung cerraba sus ojos, se venía a su mente la imagen de su hermana totalmente irreconocible, de ese día en donde tenía que reconocerla para confirmar que se trataba de Jié. Y fue más doloroso cuando escucho los signos de violencia que había sufrido.

— Hoseok, no creo que hayan sido ellos, es decir.... — Min Yoongi comenzó a tratar de explicarle a su mejor amigo que era poco probable pero Jung inmediatamente lo miró con furia.

— Ellos fueron, Yoongi. Mintieron, dijeron que la habían traído a casa al rededor de las tres de la mañana y no es verdad, estuve en el living toda una noche despierto bebiendo café y esperando que Jié abriera esa puerta. Nunca se escucho un auto cerca, ni mucho menos a ella — Susurró entre dientes, se dio la vuelta para salir de la habitación rápidamente aún con lágrimas resbalándose por su mejillas sonrojadas.

— Lo siento mucho, Hoseok.

Él no respondió, solo mantuvo la mirada en una chica que había entrado a casa, un poco sospechosa y recorriendo el lugar. Hasta que ella se percató de Jung.

Días atrás.

El día de la tragedia.

Aquella chica lo giró visualizar a Jié corriendo hacia todos lados, tratando de encontrar a su hermano y lo verificó porque gritaba su nombre con mucha fuerza. Parecía estar desconcertada y lloraba demasiado. Pero la chica no podía ayudarla.

Porque Jié para ese entonces, ya había sido tirada por el barranco.

Solo logró tomar su teléfono móvil después de dudarlo por mucho tiempo, después de aquello, se adentró a la fiesta para visualizar a los cinco chicos que habían llegado como si nada hubiera sucedido. Seokjin solo se tiro al sofá y procedió a empinarse una botella de vodka, los demás solo se sentaron para fumar algún cigarillo, ingerir droga o beber como Kim. Pero ninguno mostraba algún arrepentimiento.

La chica de acercó un poco más con el fin de tratar de escuchar lo que estos decían. Y lo logró cuando se detuvo en la barra con el pretexto de beber una cerveza fría.

— ¿Alguien sabe donde se encuentra Jié? — Preguntó un chico ajeno, Seokjin negó con el ceño fruncido.

— No y aléjate de ella — Dijo seriamente. El chico solo se dio la vuelta, los demás soltaron pequeñas risas y siguieron en lo suyo.

— ¿Que le diremos a Hoseok? — Está vez fue Jimin.

— No hablaremos de ese tema justamente aquí, Park. Por el momento, si les llama, solo no respondan.

Y así fue, ninguno de ellos respondió las llamadas desesperadas de su hermano. Mientras que se divertían, bebían y mantenían situaciones íntimas con demás chicas que se encontraban por el lugar.


Detrás de la chica misteriosa, llegaron Park, Kim y Jeon vistiendo de negro con rostros decaídos mientras sostenían un pequeño ramo de flores en sus manos. Hoseok esquivó a la chica y se acercó a ellos con violencia, primero tomó a Taehyung del cuello hasta estamparlo contra la pared.

— ¡Hoseok! — Gritó Min yendo detrás de él para tratar de atraparlo y hacer que soltara a Kim pero era complicado.

— ¡Fueron ustedes! ¡Dime donde está Seokjin! — Gritó con furia, empujándolo aún más y mirándolo fijamente. Taehyung sonrió y eso causó más furor en Jung, así que sin pensarlo, estampó su puño contra el de Kim causando que cayera al suelo y comenzara a salir sangre de su pómulo.

Por otro lado, Jimin soltó una pequeña risa y se acercó a Hoseok para susurrarle:

— Cálmate, querido amigo. Nosotros no fuimos y aunque fuera así, sabes perfectamente que no tocaríamos el suelo de la cárcel ni por un segundo.

— Ella era novia de Taehyung, permití que estuviera con ella... porque pensé... — Comentó jadeante, Jimin frunció el entrecejo y negó desconcertado pero a la vez con una sonrisa pequeña en sus labios.

— No, ella estaba con Seokjin, ¿de donde sacaste eso?

Entonces Hoseok comenzó a dudar sobre esos recuerdos que tenía en mente de haberla visto con Taehyung como novios, donde ella comenzaba a ser rebelde y a recordar lo que había sufrido. Entonces.... ¿todo había sido un sueño?

— ¿Ella ya no fue al instituto? — Susurró sin poder creerlo.

— Por supuesto que no, ¿cómo volvería? Si ya no está más. Jung, debes ir a descansar, estás delirando — Comentó Jungkook, sus padres lo miraban preocupados y asintieron en su dirección, debía ir a dormir un poco o beber un té que lo ayudará a tranquilizarse.

Hoseok se volvió a dirigir a la habitación de Jié donde se encontraban todas las pruebas, se encerró a pesar de los gritos de su madre, abrió el armario percatándose que aún permanecía su ropa colgada en perfecto estado, sollozo fuerte, volvió a tomar las hojas que los forenses le habían entregado.

Explicaba que habían encontrados rastros de fluido, pero nunca especificaron de quién, pues decía que no eran parte de ella. Alguien había manipulado la información para que no hubiera un culpable.

Con rapidez tomó el teléfono móvil y lo encendió, no era necesario desbloquearlo porque los uniformados se habían tomado el tiempo de hacerlo para verificar mensajes, aunque sabía perfectamente que borraron la evidencia.

Las conversaciones se encontraban, el primero en la lista era Seokjin, el último mensaje de texto era por parte de ella en donde le decía que debía mantenerse calmado pues Taehyung no le hablo con otras intenciones. Jung frunció el entrecejo, pero después de verificar, no había nada. Se quedó quieto en la esquina de la cama recorriendo cada objeto hasta que se percató de un cuaderno en el suelo y muy al fondo de la habitación. Se levantó y caminó hasta el para tomarlo entre sus delgadas manos, la portada decía "Mi diario" con una fotografía de ella sonriendo lo cual logró sacarle unas pequeñas lagrimas a Jung.

Lo abrió, encontrándose con textos demasiados largos, todo se encontraba ordenado y por fecha. Se saltó las primeras hasta llegar a unos días antes de lo que había sucedido, Jié había narrado como Seokjin la golpeó por darle un abrazo a Jimin. Después, explicó que la había amenazado con hacerle algo si no asistía a esa fiesta solo or complacer a su hermano.

De una manera u otra, Seokjin ya tenía planeado lo que sucedería. Sin embargo, aquel diario era el principio del caso más escuchado por Corea del Sur, porque a Hoseok le faltaba por leer más y detenidamente para entender que en el se encontraban todas las respuestas.

Kijeopa | Maknae LineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora