Capítulo 3.

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Estabamos ahí, respirando el uno para el otro, sin más, eramos nosotros nuestra propia respiración. Cuando tome conciencia de quien era, quede inmovil mirandolo, tan hombre, tan caballero, tan.. No sé. Y a la vez, tan pequeño, tan niño, tan infantil. Era el joven que ese día me había desafiado, el que había quedado observandome y mi  tatuaje tambié, el me tenía tomada por la cintura, ya nos habíamos incorporado y estabamos parados, el sosteniendome y yo sosteniendo su cabeza. Tan cerca, podían pasar muchas cosas, o que yo me fuera, o que él me besara, realmente no teníamos ninguno de los dos conciencia de lo que estabamos haciendo, ese chico no tenía mas de 17 años, y yo estaba por cumplir los 22. Era imposible. Mientras que yo pensaba <<Que mirada hermosa y perfecta tiene>>. El estaba besandome (Foto en Multimedia). El típico beso peliculezco bajo la lluvia, la chica con problemas que se niega a el amor y el típico niño que la ama de verdad. Nos separamos, yo fui, recogi mis cosas y me subi a la motocicleta...

-Espera, dime tu nombre.

Lo miré.

-Celina, vamos, sube, te llevo a casa, no irás caminando todo mojado.

El no dijo nada, subió y lo lleve a su casa, ironicamente, vivía en el mismo edificio que yo. El sabía quien yo era, por eso miraba tanto mi tatuaje y mi motocicleta. 

-Adiós. - Dijo cerrando la puerta de su casa. 

Yo no respondí, me fui a mi departamento un piso arriba que el de él.

La semana siguio normal luego de eso, haciendo doble turnos y horas extras, debido al gasto de la tumba de mi madre y los pagos del hospital, he estado medio ajustada con el dinero, entonces decidí esforzarme un poco mas y trabajar para recuperarlo. 

Llegaba a casa a eso de las diez y pico de la noche. Llego el fin de semana y fui a la cancha de basquet. Estaban los mismos que normalmente estaban y algunas caras nuevas. 

-Celi, Celi, queremos que hoy nos demuestres tu como juegas, con esos de ahí. - Y Tommy un niño de los más pequeños señalo a un grupo que recién llegaban, yo obviamente no estaba a la altura, eran jugadores profecionales, se notaba con su caminata y su forma de picar el balón. 

Armamos los equipos y jugue, jugamos y ganamos, obviamente. 

-Ey - Me di vuelta, no sabía a quien llamaban.

-Si tú, ¿Eres jugadora profesional?

-¿Perdón? No, soy profesora de basquetball, solo eso.

-Pues, nosotros somos de los Knicks de Nueva Yorkv, y queremos que seas parte de nuestra Liga Fememina.

-Yo ya tengo una vocación y un trabajo, no puedo dedicarme al Basquet ahora.

-¿Que vocación tienes mejor que el basquet?

-Soy policía.

-¿Cuantas veces te han disparado? - Me dí la vuelta y mostre mi cicatriz en el espalda, que la atravieza toda. 

-Por esto no puedo, el médico lo prohibió. - Dije dadome la vuelta y secando las lagrimas que caian de mi rostro. 

Ellos pidieron disculpas y dejaron su tarjeta dentro de mi casco, por si quería llamarlos y se fueron. 

Un Amor Con Tatuajes - Primer TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora