4. 'Colorida'

26 4 0
                                    

Malik

Mis embestidas arrematen dentro del coño de Amina, sus manos atadas están arriba de su cabeza, sujetándose como puede a los barrotes de la cama. Mis manos abren sus piernas todo lo que puede y aun así necesito mas

Su piel café que en el pasado me encantada ahora solo me irrita. Aun así arremeto dentro de ella dando todo lo que tengo. Mi lujuria esta en un estado tan alto últimamente que lo único en que me concentro es en saciar este deseo que últimamente me esta volviendo loco

Cierro los ojos imaginándome por un momento que la piel que beso, los pezones que chupo y el coño que maltrato son de un color diferente. Mas claro, mas rosas y sin duda alguna mas apretado

Me siento tenso de pies a cabeza cuando un solo rostro llega a mi cabeza, nunca fui fan del color dorado, y mucho menos de un color dorado en una piel que sin duda alguna solo le queda bien a ella. Hasta me es imposible no decir que en este momento lo único que me apetece son esos bonitos tonos claros.

Mis dedeos se aprietan en las nalgas de Amina, ella se había venido mas de tres veces y aun así queria mas, ella deseaba mas. Esa era de unas de las razones porque era mi favorita. Y aun así, siendo mi favorita tengo que concentrarme en ella, en su piel café y no en un color mas claro... pero me es imposible. Unos ojos verdes que hace mucho no veía vienen a mi mente y sin poder evitarlo suelto todo lo que tengo pensado en ella

A pesar de que recién me vine, sigo sintiéndome tenso y por mas que Amina me haga masajes, se a que se debe mi estrés y solo se iría de una manera, que lamentablemente Amina no puede solucionarlo

-¿Quiere que se lo chupe mi príncipe?- Amina ya esta a la altura de mi pene que esta duro, pero sabia que por mas que lo intentara no lograría mucho

-Deja Amina, mejor ve a llamar a las demás que tengo algo que informarles

Amina sin decir palara asiente y se va. A eso se resumía mis mujeres, no me cuestionaban, no me dirigían palabras cargadas de ironía ni sarcasmo. No como cierta colorida que me contestaba. Solo había sido 1 día, unos minutos que cruzamos pablaras. Pero podía decir sin mentira que esos minutos me había causado una emoción que hacia tiempo no me causaban

xxxxxx

Para la hora del desayuno mis mujeres están hablando y cuchicheando entre ellas. Mande a Jana por la nueva pero todavía no venia y eso me causaba una ansiedad que no me gustaba. Deseaba tanto enterrarme en el medio de sus muslos dorados . Era de conocimiento publico que mi deseo era mas fuerte que mi cordura, pues me había mandado grandes cagadas solo por el hecho de desear a una mujer. No temía las consecuencias, era el príncipe después de todo y sin importar las estupideces que me mandaran nadie podía decirme nada

Para cuando pasan los minutos me concentro en Herlin y Satra que me dicen todas las cosas que podemos hacer los tres. Me interesa y dejo que me digan todas esas suciedades, pero el tintineo de joyas hace que todos en la mesa dirijamos la atención en un solo punto

Beatriz camina con soltura, moviendo su cadera en un suave bamboleo que me distrae de todas las presentes, su mentón en alto y su pelo largo hasta un poco mas arriba de sus codos se mueve mientras se va acercando. Camina como si fuera la dueña del palacio, como si fuera la reina del mismísimo reino, incluso como si fuera la reina del maldito mundo. Y eso me prende

Sin pedir permiso ni intimidarse por las miradas que recibe se sienta con soltura en la punta de la mesa, justo donde por lo general se sienta algún invitado o uno de los miembro de mi familia. Y eso me molesta y encanta a partes iguales

Su mirada verde conecta con los míos, sin intimidarse por la mirada que recibe por las demás personas sentadas a mi alrededor.

-¿Y?- Pregunta. Al parecer eso de ser educada conmigo se acabo

Príncipe LujuriosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora