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Jeongin se puso rojo completamente tras las palabras del pelinegro y decidió llenarle la boca con la cuchara repleta de comida.

Hyunjin rio mientras tragaba.

(...)

Viernes. Hyunjin ya estaba fuera de la cama a temprana hora preparado para sorprender a su hermoso Innie con la noticia de su recuperación completa.

Cruzó toda la casa hasta llegar al cuarto de invitados donde, por su culpa, Jeonginnie estaba durmiendo.

Eran las seis de la mañana. El mitad gatito ronroneaba entre sueños escondido en las cobijas con la alarma puesta a las siete para ir a tomarle la temperatura a Hyunjin. Este se enterneció al ver los dibujitos que Jeongin había hecho de él y las bonitas palabras que le dedicaba .

Sonrió mientras veía dormir a su bebé. Con cuidado se acostó a su lado, de frente. El menor movió las orejitas y su cola se posó sobre la cadera ajena .

Hyunjin besó su frente y luego su naricita mientras que con su mano arreglaba su cabello. Jeongin comenzó a abrir los ojos y se sentó de golpe al verlo allí.

—¿QUÉ HACES AQUÍ? TIENES QUE ESTAR EN LA CAMA, PUEDES ENFERMARTE PEOR O CONTAGIARME ! No quiero engriparme. —hizo puchero mientras se ponía de rodillas frente al pelinegro que seguía sonriendo tontamente.

—ya estoy curado, lo juro. Mira mi nariz! SOY HYUNJIN DE NUEVO!

Jeongin lo inspeccionó con cuidado, le hizo algunas preguntas y al ver que lo había recuperado del todo saltó a sus brazos con fuerza y atacó su rostro con besitos.

— Yo también te extrañé.

Jeongin frotó su mejilla contra la del contrario y con su colita le hizo cosquillas en las piernas.

—me debes mucho cariño, hyung.

—lo se bebé, has sido el mejor enfermero del mundo. Además del más lindo claro.

Innie rió y lo miró fijo por unos segundos antes de que el mayor uniera sus labios juntos en un besito tierno con corriente eléctrica.

—de verdad quiero comerte.

Cαt | Hчunın |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora