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Elske no lo quería admitir, pero tenía miedo, no de lo que le depararan en esos tres años para conseguir las alas de la libertad, tenía miedo de los hombres a su lado. Sabía que era más pequeña del promedio, pero ponerla al lado de dos chicos enormes, no era justo.
El que estaba a su izquierda tenia el pelo rapado a los lados y su cabello era castaño sobre todo que sentía su intensa mirada a cada tanto, mientras que el de su derecha tenia el cabello negro y lindas pecas en el contorno de su nariz, se sentía más pequeña de lo normal, pero tuvo que renunciar a sus pensamientos cuando una voz retumbo por la zona.
— ¡Ahora son miembros oficiales de la formación no.104! Y por desgracia para ustedes, yo, Keith Shardis, estarán a mi cargo. No estoy aquí para darles una cálida bienvenida, todos ustedes son el ganado a la espera de ser comidos por los Titanes ¡Son peores que ganado! Por los próximos tres años, los voy a entrenar inútiles! ¡Les voy a enseñar cómo luchar contra Titanes! Cuando se enfrenten a un Titán dentro de tres años ¿seguirán siendo comida para ellos? ¿o se convertirán en el muro glorioso que protege las murallas? ¿o unas personas poderosas que pueden derrotar a los Titanes? La decisión está en sus manos
Elske no pudo evitar en el largo pero duro discurso del comandante arrepentirse un poco de haber ingresado, ¿porque no pensó bien en aceptar la oferta de eren? el quedarse en la ciudad y recibir el dinero que el le mande y trabajar en la tienda de costura, pero lo hecho, hecho estaba, ya no había vuelta atrás, vio como el pelado comandante caminaba unos pasos hasta que se detuvo en una muy reconocida cabellera rubia, temió lo peor.
— ¡Oye tu! –Shardis se paró frente a Armin
— ¡Si, señor! –el rubio hizo el saludo de ofrecer su corazón
— ¡¿Quien diablos eres?!
— ¡Soy Armin Arlert! ¡Soy de Shiganshina señor!
— Ya veo, buen nombre para un retrasado, ¿Tus padres te llamaron así?
— ¡Me lo puso mi abuelo,señor!
— Arlert ¿Porque estás aquí? –se inclinó más hacia el rubio
— ¡Para contribuir a la victoria de la humanidad, señor!
— ¡Eso es espléndido! ¡Apuesto a que matarás muchos titanes! –lo tomó de la cabeza y lo giró– ¡Línea tres, media vuelta!
Elske pudo ver como pasaba por varias personas gritando y humillando, solo esperaba que no la mirara por que no sabia que hacer, era más que obvio que no podía hablar pero a la vez tenía que ofrecer su corazón y sin manos no podía escribir, lastima que sus plegarias no fueron escuchadas.
— ¡¿Quién eres enana?! ¡Tu cabello es más grande que tu enclenque cuerpo!
Elske al instante hizo el saludo, con su mano izquierda señaló su boca y luego negó.
