Capítulo III

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Días antes...

Tony

Peter es un chico hermoso. Sus largas pestañas, su cabello perfectamente rizado y castaño, su cuerpo ya tonificado y marcado, su encantadora y melódica voz, su pureza, el como quiere ayudar a todos, su honestidad. ¿Cómo no enamorarse de ese chico? Sí, lo admito. Estoy enamorado de ese niño de veinte años. Y, a juzgar por mi personalidad, he conseguido calmar mis instintos carnales por él. Porque lo quiero proteger, porque quiero que esté presente en mi vida y yo en la suya. 

Ciertamente, ya sabía sus sentimientos hacia mí. Él es tan inocente e ingenuo que no sabe como ocultarlos, y esa es una parte de él que considero completamente encantadora, pero al mismo tiempo, sé que ahora mismo esto es imposible. Digo, soy un vejestorio con medio siglo de vida andante, y él tan solo es un veinteañero, claro que será mal visto. Nuestra diferencia de edades es abismal, y eso lo sé de sobra. 

Se lo tuve que contar a Rhodey y Pepper, porque según ellos, se notaba a siete leguas mis sentimientos por el muchacho. Me obligaron a decirles todo. Pepper en serio da miedo cuando intenta inmiscuirse en las cosas.

Ellos me dijeron que apoyaban cualquier decisión que tome, aunque bien saben de antemano que toda opinión que ellos me den, será ignorada. Claro estaba que, pensaba mucho en lo bueno y lo malo de todo esto. Él tan solo ha vivido menos de un cuarto de la vida que espero que viva, y yo ya hice la mía. No lo quiero arrastrar a la infelicidad por estar conmigo. Él es aún joven y lleno de energía, yo un viejo sin ella. Me decidí a ignorar estos sentimientos por el chico, pero el destino quería otra cosa.

Sinceramente no me esperaba para nada que tuviera las agallas para confesarse. Estaba un 75% seguro que nunca lo iba hacer y se olvidaría de lo que sintió por mí, pero no, estaba equivocado. Ese otro maldito 25%. Te maldigo. 

"A sus ojos siempre he sido el niño que no se puede cuidar solo y que por eso usted está para mí... Sr. Stark... Estoy enamorado de usted. Siempre lo he estado."

Amo a ese niño más que a nada en el mundo, pero sé que si está conmigo, su vida será meramente miserable y no quiero eso. Son millones los pensamientos que tengo de una vida feliz con él, pero son más los que me dicen a mí mismo que arruinaré su juventud por los posibles malos comentarios de la gente. Yo puedo soportarlo, pero sé que Peter no. Por eso, no quiero hacer difícil la mejor etapa de su vida. No por mí.

Cuando se me confesó, juré ser el hombre más feliz en la Tierra, pero volví rápido a mis pensamientos. No puedo estar con él. 

"Uno no decide de quién enamorarse, ¿verdad?" Exacto.

Quise abrazarlo y decirle que yo también sentía lo mismo. Quise besarlo y decirle cuanto lo amo. Quise tocarlo y jurarle que siempre estaría a su lado. Pero no lo hice. 

Me abstuve de hacerlo. Y así fue como lo vi salir de la habitación. 

Lejos de mí. 

Lo mejor para ambos.

. . . 

—Tierra llamando a Tony.—menciona Rhodey agitando su mano derecha enfrente de mi rostro.

—¿Qué ocurre?—le pregunto.

—Estábamos hablando sobre tu reemplazo para Happy, solo que simplemente te fuiste por unos segundos y parecías estar ajeno a la conversación.—comienza a hablar Pepper.

Suspiro.— Es solo que...—me interrumpen.

—Peter.—hablan al unísono. 

—Todo lo que me dijo es cierto... Él ya no es un niño y yo lo catalogo como uno.—me masajeo la sien.— Quizás el que no estaba listo para dar el paso siguiente era yo, y siempre juzgué al libro por su portada.

you're my reason // starkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora