❝ 𝙁𝙚𝙩𝙞𝙨𝙝𝙡𝙮 ↝ kookmin

» 𝐝𝐚𝐲 𝐭𝐡𝐫𝐞𝐞; 𝑠𝑡𝑟𝑖𝑝𝑡𝑒𝑎𝑠𝑒

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Dicen que en la noche ocurren sucesos
clandestinos los cuales nunca se es capaz de mencionarlos una vez la luz del sol ilumina cada recóndito espacio del planeta.

Atestiguando la fresca brisa de la noche, Jimin se probaba algo de ropa frente al espejo. Ese día habrían ido de compras, por lo que aprovechó los descuentos y arrastró al pelinegro junto a él, quien también adquirió algunas prendas por su cuenta.

Jungkook se encontraba leyendo un aburrido libro, recostado sobre la cama. Como era de costumbre, una vez empezaba a hacer algo, prácticamente era imposible que su atención se fijara en otra cosa. Al mayor no pareció importarle al principio, pues al menos logró ocuparse de quitar las etiquetas de la ropa y probarse aquellos vaqueros que tanto le gustaron. De vez en cuando le preguntaba a su novio su opinión con respecto a cómo le quedaba lo que se ponía, y aunque a secas recibía elogios de su parte, pasaban completamente desapercibidos por su actitud indiferente.

Rodando los ojos, terminó por colocarse una última prenda que consiguió en una tienda bastante adorable. Pasando sus brazos por las largas mangas y posteriormente ingresando su cabeza, dejó caer el atuendo sobre su torso. La mirada de Jimin se levantó sólo para observar su reflejo en el espejo, era un bonito hoodie de tela aterciopelada que llegaba cerca de los muslos. Dándose la vuelta, admiró la parte trasera. Una simpática sonrisa se dibujó en su rostro al notar el relieve que se formaba en la parte baja y lo largas que se veían sus piernas.

Su mirada curiosa pasó de su cuerpo al pelinegro tras suyo, aún ensimismado en su libro. Jimin podía entender la gran pasión por la lectura que tenía, sobretodo porque a partir de la ciencia ficción podrían ocurrir interesantes historias que al pelirrubio le encantaría leer, pero... tan sólo, quisiera que aquellos ojos le observaran esa manera tan extraña que ocasiona el temblar de sus piernas para poder sentirse a gusto.

Luego pensó que estaba siendo un caprichoso de mierda por querer siempre ser el centro de atención de su novio, como si no tuviera nada más útil que hacer. Jungkook no estaría siempre dispuesto a mimarlo y a tratarlo con todo el amor que le caracterizaba, tenía que aprender a tener suficiente de él. No era como el pegajoso de su ex que siquiera le dejaba respirar.

Sabía con certeza que era el lugar seguro de Jungkook. Posiblemente se le haya quedado grabado en la cabeza gracias al montón de veces que el pelinegro se encargó de recordárselo por medio de sus caricias y gentiles palabras. El pelirrubio decidió voltearse de nuevo hacia el frente, observando su reflejo y no evitando intercalar su vista hacia el chico tras suyo a quien, sorpresivamente, encontró perdido en su persona.

En unos cortos segundos, sus miradas se encontraron en el espejo. El menor le dedicó una preciosa sonrisa con sus labios, seguido de un coqueto beso volador.

Jimin rio, avergonzado.

—¿Te gusta?

—Sin duda. — contestó, dejando el libro que leía a un lado de la cama. — Te queda lindo.

Jimin se volteó en su dirección, entrelazó las manos sobre su pecho y luego las dejó caer. Jungkook notó cómo aquellas manitas se perdían en la tela que se deslizó hacia abajo gracias al reciente movimiento.

—¿Enserio? — Preguntó, enarcando una ceja.

El pelinegro se mordió el labio por un instante. Luego sacudió levemente su cabeza, y dirigió la vista hacia el libro que había dejado a un lado para luego responder.

—Sí cariño, el rosa te queda de maravilla.

Jimin dio media vuelta y posó para él, colocando las manos en su cintura. Luego se apoyó en la pierna derecha y dejó que una mano deslizara su cabello hacia atrás, para entonces empezar una caminata de supermodelo hacia el menor. Sólo unos pasos bastaron para llegar a la cama y tirarse encima del pelinegro.