Cap. 5: Arreglo de cuentas.

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2012

03 . 01


Narra Amelia:

- No eres buena en las relaciones, Amelia.- Dijo mi amigo quien estaba junto a mi después de haberme escuchado decir que salí con otro aprovechado más.

- No es mi culpa que todos con los que me crucé sean así, Steven.

Encendió un cigarro, no me agradaba que lo hiciera. Uno de mis mejores amigos desde hace años, siempre nos cuidamos el uno del otro. Sé perfectamente que las cosas no siempre son así con él, pero era de mis pocos amigos. También era mi respaldo emocional en todos los sentidos. Pero yo sabía perfectamente que él también era como ellos. Las amistades a veces son complicadas.

- Mañana es tu cumpleaños ¿Qué harás?.- Preguntó.

- No lo sé, solo invitaré a dos amigas.

- ¿Esas dos de siempre?.- Soltó una risa burlona.- Eres más ridícula de lo que creí.

- Hey, son mis amigas. Siempre están ahí.

- Escucha, no lo son. Créeme, son idiotas.- Exclamó para después fumar otro cigarrillo.

- De todas formas las voy a invitar, no tengo por qué hacerte caso.

Me levanté del sofá para encaminarme hasta la mesada donde se encontraban mis cosas, ya se estaba haciendo tarde.

- ¿Y por qué mejor no te quedas conmigo?.- Preguntó sin darme la mirada.

- ¿Perdón? No puedo traerte a casa, ya sabes como son las cosas.

Antes de marcharme toma mi mano apresuradamente llevándome hasta él.

- ¿Para qué quiero ir yo a tu casa? Yo nunca hablé de eso.- Declaró Steven.

Sonreí ajena a la situación, se tornaba un poco incómoda. Me despedí para después pasar por la puerta principal, él no me siguió. ¿Qué hubiera hecho si hubiera respondido?.

Nuble mi mente y volví a casa.

Narra Anais:

Recordé que debía de ir a la casa de mi vecina para conocer a Valentina, sospecho que pasará algo que es totalmente predecible. Nos llevamos años de edad e intentar llevar a cabo una conversación o algún juego es arduo. Una oportunidad no está mal tampoco.

Toqué la puerta varias veces, supongo que no había nadie hoy. No veía el auto en ninguna parte, quizás salieron hoy. Se veían como una familia feliz, saldrían un rato a pasear aprovechando las vacaciones. Antes de irme veo como se abre la puerta principal de la casa dejando ver a Valentina, quien estaba vestida de una forma tan formal que parece un chiste. Me incomoda el hecho de que tal vez yo también debería de haber ido vestida así, que verguenza.

Se inclinó para que yo pudiera pasar y lo hice, no había nadie en la casa. Si estuviera con su familia supongo que saldrían a saludar, pero no había nadie. Solo un silencio sospechosamente muy grande, extraño para una niña a la que se supondría haría un desastre. Es más, sospechosamente bien vestida y sin el cuidado de sus mayores ¿Que estaba sucediendo?.

Me llevó hasta su habitación que no era diferente a como pensaba, nada muy extravagante ni mucho más. Parecía la oficina de algún empleado de diez.

- Debes disculparme, tengo que terminar unos trabajos antes de que llegue mi familia. No tomará demasiado.- Manifestó Valentina.

Su formalidad al hablar me parecía asombroso, yo a su edad lo más probable es que me haya equivocado en siete palabras en la pronunciación.

Esperanza de la Mañana (CANCELADA/PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora