Cap. 8:

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2012

10 . 01

Narra Anais:

A falta de alimentos salí inmediatamente a reponerlos. Por suerte siempre habían monedas sobre el estante por si acaso. Cómo siempre, nuestro padre estaba ausente.
No podía contar con él para los mercados.
Tampoco me molestaba hacerlas yo, normalmente pasaba todo el rato en mi casa. Además de que quedaba a unas cuadras.

Al salir saqué el celular para revisar unos mensajes. Me topé con algunos mensajes de Amelia, extrañamente seguidos.

WhatsApp

Amelia; ESTAS EN CASA?

Amelia: DÓNDE ESTAS

Amalia: ANAIS RESPONDEME

Amelia: DECIME QUE ESTÁS AFUERA

Anais: Amelia que pasó

Anais: No estoy en casa, fui al mercado

Amalia: Hasta que respondes

Amelia: No me asustes así

Anais: Que pasó?

Amelia: Estoy yendo para allá

Amelia: Sea cierto o no no debes entrar a casa

Anais: Amelia no te entiendo

Anais: Dímelo claro

Sentí un olor muy fuerte pasar por mi nariz. Un humo espeso sobre mis ojos y muchas personas en la calle. También escuché algunas patrullas de lejos que probablemente se acercarían hasta aquí. No entendía que pasaba, no podía ver nada.
Me acerque unos metros hasta las personas quienes se detuvieron a verme preocupadas. Veía muchos rostros horrorizados hacia mi y aún no comprendía. Hasta llegar frente a mi casa la cual estaba prendida en llamas.
Solté la bolsas de las compras al percatarme de tal escena. Mi respiración iba cada vez más rápida sin mencionar que mis ojos no podían cerrarse. No había demorado nada en irme de compras, pudo haberme pasado cuando justo estuve dentro.
Realmente fue poco lo que demoré.
Me sentía mareada, apenas podía sostener mi cuerpo. Las voces de las personas y las bocinas de los bomberos retumban sobre mis oídos hasta dejar de escucharlos.

¿Quien podría? ¿Quien tendría tanto rencor como para hacerlo?.
Amelia quizás tenga enemigos que no conozca... Hay tantas cosas las cuales aún no sé. No me sorprendería saber que esto fue acto de alguno de ellos.
Sea lo que sea, sucedió y volverá a suceder.

Entré en conciencia cuando ví a Amelia bajarse de un taxi a toda velocidad. Chocando conmigo sin importarle los demás.
"¿¡Estás bien!?" Escuché muy a pocas penas. Aún cegada por lo sucedido. Sentí fríamente el abrazo que recibí de Amelia, quien detrás se encontraba Steven.

- Amelia... .- Logré decir.

Amelia solamente se detuvo a verme y a revisar si todo estaba en orden conmigo.

- ¿Quien podría hacerlo?.- Pregunté secamente.

- ¿Uh?.- Amelia posó su vista a mis ojos.

- ¿Quien... Podría hacernos esto, a nosotras?.

Amelia se dispuso a no responder. Devolvimos nuestra vista hacia nuestro hogar que todavía mantenían sus llamas firmes. Los bomberos aún seguían en el acto intentando apagar las llamas.

Esperanza de la Mañana (CANCELADA/PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora