Capítulo 8

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En su momento, cada palabra era estúpida, incluso insoportable. Pero con el paso del tiempo me había dado cuenta de que la influencia de Xue Yang en mi vida me va llevando hacia la locura, me desespera saber que puedo llegar a convertirme en él, pero me cautiva la idea de estar a su lado, siento que cada vez que me ve todo mi mundo se pone a sus pies; mi vida, mi alma y mi corazón le pertenecen, poco a poco, aunque los asesinatos habían parado después de que volvió a la policía, de vez en cuando aparece con marcas de sangre en su ropa, quizás sólo hace sus supuestos juegos y vuelve a casa.
Mi querida tía, ella le permitió quedarse en casa, pues le inventó que vivía en otra ciudad y no tenía donde quedarse, es un maldito embustero.

— Buenas noches — dice entrando y lanzándose al sofá — ¿que haces?

— Estoy leyendo un libro que no vez, ciego. — respondo molesto, sentí su olor a perfume de puta.

— ¿Por qué tan molesto? — pregunta y se acerca a mi.

— Alejate de mi — me apartó y me pongo de pie — estuviste con alguna zorra en algún callejón y ahora vienes aquí.

— Oye — dice poniéndose de pie — tengo necesidades, y tú ni siquiera lo haces así no te quejes.

— No soy tu maldita puta Xue Yang  —Digo girandome hacia él — no voy a estar aquí cada vez que quieras coger.

— Entonces no te quejes — dice sentándose nuevamente  — Tú tienes la culpa, eres un maldito y no quieres ayudarme.

— Sólo cállate por favor — lo veo de reojo  — permiso me voy a mi habitación.

— Nuestra habitación — corrige y sonríe.

Volteo y lo ignoro, voy directo a mi habitación y me tumbo sobre la cama, cierro los ojos y me coloco los audífonos para reproducir una canción aleatoria.

Xue Yang... maldito Xue Yang que mierda me haz echo...

Criminal  [XueXiao] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora