Si bien la realidad nunca ha sido nada más que una invención del mundo de los adultos muy perfecta la verdad es que eso va mucho más allá de lo que uno jamás imaginó.
La vida adulta no es el sueño de independencia que buscan vivir los jóvenes soñadores que viven por sus ideales.
Neito Monoma aprendió por las malas que la vida de adulto te pisotea tanto como puede, los novatos en el trabajo no son nada más que sirvientes y objetos de burla para los más experimentados...
Sabía que se trataba de ir escalando puestos hasta llegar lejos y convertirse en alguien respetado y con experiencia, pero no era acaso mucha burla el ser utilizado como lechuza mensajera, comprar el desayuno de los superiores e incluso que se te deleguen la tarea de otros, aun cuando te has esforzado y graduado de la universidad con honores, siendo uno de los mejores de la clase y recomendado por varios maestros?
— Mi té se enfrió.
La monotonía se vuelve de cierta manera abrumadora y Neito siente que está parado en el mismo sitio desde que empezó y que no ha avanzado ni un pequeño paso, las cosas por las que lucha cada día poco a poco empiezan a perder importancia y carecer de sentido, ya no se siente como estar en el auge de su independencia y más bien se siente atrapado en la molesta rutina que se vio obligado a imponerse, no hay otra salida.
Se pregunta nuevamente por qué tuvo que levantarse de la cama, aquella que le abraza, queriendo aprisionarlo entre sabanas y el mullido colchón pero que al mismo tiempo guarda un espacio a su lado...
Nuevamente vacío, nuevamente frío.
Y no puede evitar extrañar el calor de despertar en los brazos de su alguien preferido, porque la vida adulta también ha interferido en su sentimentalidad y en su privacidad, en su vida amorosa.
La lluvia de la mañana nublaba su ventana, aquella que daba hacia la calle principal a un lado de su pequeño mesón decorado con un simple florero vacío, — porque odia las flores cortadas... porque prefiere recibir las flores vivas dentro de una maceta.— y no logra ver nada, el vidrio empañado de gotas frescas de lluvia solo le hacía suspirar, afuera todo estaría obviamente mojado y lodoso pero a pesar de eso prefiere no pensar en que la lluvia está interviniendo en su rutina, aquella en la que todos los días al despertar se queda mirando la calle principal desde su ventana mientras bebe su té, aquel que se le ha enfriado y por el cual ya ha perdido el apetito, porque incluso aunque pudiese ver algo entre las gotas que golpean su ventana, todo sería gris.
Pero entonces ve su foto en la pared; aquella en la que acostumbraban pegar sus recuerdos. Basta con dar un recorrido con la mirada para volver a vivir aquellos momentos, como el día que se graduaron, una cita en el festival, el pastel que preparan ellos mismos para cada año nuevo...
Su primera fotografía en el departamento que ahora era de ambos, abrazados y contentos. Otra de ellos y sus amigos, también aquella en la que ambas familias se reunieron en la Navidad pasada.
Y luego aquella, la de su chico de cabellos violeta siempre desordenados y sin ningún aparente arreglo, vestido de traje para su primer día de trabajo, haciendo el símbolo de la paz con su diestra y adornando su rostro con aquella expresión de hastío total.
Y Neito sonrió, porque cada vez que mira aquellas fotos recuerda que su vida no está tan mal...
Nada mal...
Mientras se vestía un pequeño gemido de queja escapó de sus labios, bebió demasiado anoche, Neito creía que algo bueno de sí mismo era que le gustaba beber en soledad, solo el... y las facturas de su tarjeta y la electricidad del mes.
ESTÁS LEYENDO
• Thank You. • [× ShinMono ×]
FanfictionShinMono. SongFic. OneShot. [Inclusive si al llegar a su trabajo el editor en jefe le pide que revise aquellos manuscritos que ha dejado estar durante semanas, inclusive si el portero casi no le da paso en la entrada, inclusive si es que lo han mand...