6

1.9K 254 37
                                    

Afortunadamente no tuvo que ir a la base al día siguiente pues según la alarma que Tony programo por toda la casa debía llevar al medico a los niños, sería una tarea fácil, pero Harley estaba decidido a no usar ropa ese día y con el reloj en contra Steve se encontraba persiguiendo a su desnudo hijo por toda la casa, no entendía como un niño de dos años poda ser tan escurridizo.

¿Ya nos vamos?

Pregunto Johnny cuando su papá corrió por cuarta vez a Trávez de la sala para atrapar a Harley sin lograrlo

—No podemos irnos sin Harley

Respondió un tanto irritado, Johnny hizo una mueca y de la pañalera junto a la carriola de Peter saco el feo y gastado peluche de su hermano

—¡Bubu malo!

Grito llamando la atención de Steve quien vio con curiosidad como el rubio arrojaba el peluche al centro de la sala como carnada, un segundo después de debajo de la mesa del comedor salió Harley al rescate de su juguete

—¡Bubu mío!

Steve aprovecho el momento para atraparlo y finalmente vestirlo agradeciendo la brillante mente de su primogénito.

Aún con el inesperado retraso lograron llegara al hospital diez minutos antes de la cita.

Pediatría es en el tercer piso

Le informo una amable enfermera al verle batallar por que sus hijos se sentaran en la recepción, Steve agradeció con un gesto de cabeza y antes de dar alguna indicación a sus hijos estos ya habían corrido hacia el ascensor peleando por quien presionaría el botón primero. Suspiro y empujó la carriola de Peter antes de que las puertas del ascensor se cerraran.

—Niños ya dejen de estar corriendo, estamos en el hospital no en el parque

Regaño al tiempo que el ascensor nuevamente se abría, ambos niños hicieron a su padre, pero siguieron a su padre en calma obedientemente. La sala de espera estaba vacía por lo que Steve tuvo que revisara su reloj temiendo haber llegado demasiado tarde.

—¡Doctor bonito!

Grito repentinamente Harley sorprendiendo a Steve

—¡Doctor bonito!

Secundó Johnny y olvidando el regaño anterior los niños corrieron en dirección al hombre que acababa de asomarse de uno de los consultorios.

Strange

—Buenos días capitán

Steve no decidida que le molestaba más, que sus niños se vieran tan felices de ver al doctor ese, la forma como se habían dirigido a él o que lo abrazaran con tanta familiaridad.

—Creí que Banner era el doctor de mis hijos

—El doctor Banner esta de vacaciones y Tony pidió que...

—No lo interrumpieran, claro

Respondió con los dientes apretados, sin más opción todos ingresaron al consultorio.

—Pero no tiene nada de que preocuparse capitán, ya he atendido a sus hijos en otras ocasiones

Steve no lo dudaba, pero eso no servía para menguar el impulso de golpearlo que le infundía el ver a sus cachorros revolotear a su alrededor en especial cuando Stephen casi abrazo a su pequeño Johnny para subirlo a la camilla del consultorio.

—Sera una revisión de rutina para Johnny y Harley, dejaremos la vacuna de Peter para el final ¿O prefiere que lo vacune primero?

Steve sintió escalofrío al escuchar que su bebé sería vacunado, había estado presente en todas las vacunas de Johnny y aún le dolía el pecho al recordar como esas horribles agujas profanaban la tierna piel de su hijo, vio a Peter jugando inocente en su carriola.

—Será mejor dejarlo para el final

Accedió de mala gana, habiendo dejado eso claro Stephen empezó a examinar a los niños de manera profesional haciéndole preguntas de vez en cuando las cuales para su frustración apenas y sabia responder.

—Muy bien, los dos han sido niños muy valientes

Les felicito el doctor entregándoles una paleta a cada uno, Harley inmediatamente empezó a tirar de la envoltura torpemente mientras Johnny inspeccionaba la envoltura del dulce.

—Frambruesa, yo ya se leer, ya soy grande, Harley no puede, pero yo si

Le Informo Jonny al doctor quien le agito el cabello al pequeño rubio

—Muy bien Johnny, eres igual de inteligente que tu papi

—Papi mosho

Intervino Harley dejando de babear un momento la envoltura de la paleta

Tienes razón Harley tu papi es muy hermoso

Steve estaba seguro que Stephen se estaba aprovechando de que sus manos estaban ocupadas sosteniendo a su bebé, pero ya después le cobraría el atrevimiento de hablar así de su esposo. Y a pesar de la mala mirada de Steve sobre él, el doctor le quito al Peter de los brazos para hacerle una revisión física, haciéndole nuevamente preguntas a las que sí pudo contestar.

—Ahora la parte más difícil, Peter suele patalear así que necesito que lo sujete con firmeza para que no se lastime

Le indico Stephen colocando al bebé en los brazos de su padre y quitándole el pequeño pantalón acomodando la pierna donde iría la vacuna.

—Lo haré lo más rápido posible, trate de distraerlo

Stephen se alejo para alistar lo necesario para el procedimiento, Steve le hablo a su hijo y empezó a llamarlo, el castañito lo miro un momento hasta que sintió el algodón húmedo en su piernita reconociendo levemente la experiencia de veces anteriores.

—No pasa nada Pet

Le quiso distraer nuevamente Steve, pero Peter solo miraba fijamente la mano del doctor que sostenía la jeringa y sacudía su pierna tratando de librarse de la mano de su padre, al no poder lograrlo levanto su cabecita para ver a su papá en una muda petición.

—Tranquilo mi amor todo está bien

Peter le dio una palmadita al apecho de su papá, Steve vio atento y con gran dolor como su angelito se quitaba su preciado chupón y se lo extendía, el doctor aprovechó esa oportunidad para aplicar la inyección.

La boquita de Peter se abrió con sorpresa cuando sintió el pinchazo y con sus grandes ojitos cristalizados vio a su papá como si le hubiera traicionado de la peor forma posible.

No fue hasta que la aguja abandono su delicada piel y su pantaloncito puesto en su lugar que dejo de mirar a su papá para lanzar el grito más fuerte que jamás le había escuchado provocando a su vez gimoteos a Harley en aviso de un próximo llanto pero siendo distraído de inmediato por Johnny que le restregó su peluche en la cara a su hermano hasta que empezó a reír, Steve agradecido por la ayuda agito un poco a Peter y salió del consultorio hasta poder calamar su llanto.

Una vez el menor de sus hijos dejo de llorar regreso al consultorio, mientras acomodaba a un malhumorado Peter en su cochecito escuchaba las indicaciones del doctor al que odiaba mucho más que antes por causar que su bebé le mirar de esa manera.

Los angelitos de Hydra 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora