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Steve sabia que los niños repetían lo que veían hacer a otros y mas si estos eran miembros de la familia.

Johnny repetía lo que escuchaba de Tony

Harley repetía lo que Johnny decía

Y Peter que aun no sabia hablar repetía las actitudes de la persona más cercana a él, que en sus cortos diez meses de vida era totalmente Tony.

Por eso, aunque desconcertante fue fácil reconocer el comportamiento de su pequeño castañito que aun enojado por la vacuna le ignoraba al hablar, escondía su carita cuando trataba de darle un beso y le gritaba cada vez que trataba de levantarlo en brazos.

Siguiendo ese hilo debía ser fácil para Steve ponerlo de buen humor, solo debía consentirlo y convertirlo en el centro de su atención por un par de horas, pero claro, tenia otro par de hijos que para su mala suerte habían heredado el mismo nivel de celos de su padre.

Apenas habían captado que el menor recibía una porción más de atención los berrinches y desastres empezaron, mientras Peter se escondía por completo de la presencia de su malvado papá debajo de las mantas de su corral, Johnny le vacío una cubeta de pintura encima a Harley a quien le pareció lo suficientemente divertido como para iniciar una guerra de pintura con su hermano mayor, Steve no sabía cómo habían conseguido la pintura estaba seguro que tenia todos sus materiales bajo llave, pero ya descubriría ese misterio cuando y si es que lograba detener a los niños que dejaban huellitas de pintura por el pulido piso de la casa, Pero todo ese desastre no parecía ser suficiente para Johnny que aprovechando que por un descuido su papá atrapaba a Harley se escabullo a la cocina y después al corral del menor.

—Peter mira

Respondiendo al llamado de su hermano Peter abandono su escondite viendo con curiosidad el objeto en las manos de su hermano

—Se llama miel

Le indico abriendo el frasco y extendiéndoselo, Peter se sentó y recibió con curiosidad el objeto metiendo su manito en el frasco para tocar la extraña sustancia, riendo encantado al lograrlo.

—La miel se come

Le dio a probar embarrando un poco alrededor del chupón, Peter que entendía lo que esa palabra significaba permitió que su hermano le quitara el chupón y abrió la boca para recibir la probada del dulce.

—¿Johny donde estas?

Al escuchar el llamado de su papá acercándose se apuró a sacar a Peter del corral

—Peter bonito, Peter come miel

El niño empezó a gatear con las manos embarradas de miel dejando un pegajoso rastro, cuando le pareció que habían avanzado lo suficiente Johnny puso el tarro de miel de cabeza vaciándolo por completo, le pareció divertido ver a Peter tratar de recolectar miel con sus torpes manos de entre las fibras de la alfombra, dejo el frasco en el suelo cerca de su hermanito y corrió justo a tiempo para evitar el grito de su papá al ver lo que Peter había hecho.

—¡Johnny ven acá!

Demando Steve levantando al pegajoso bebé del suelo importándole poco los berridos que este soltaba al estar en sus brazos, justamente cuando Johnny creyó que su padre lo encontraría el timbre de la casa sonó, Steve cambio su dirección y fue a atender la puerta solo por que no estaba seguro de poder soportar un ruido más.

—Más vale que sea importante

Advirtió al hombre al otro lado de la puerta

—Lamento si es un mal momento capitán, pero es importante, descubrimos que hackearon la seguridad de la base atacada y me pareció lo correcto avisarle a Superior de inmediato

Los angelitos de Hydra 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora