REINO ENTRE PÁGINAS FANTASMAS

Capítulo 4

–Entra –me ordenó el príncipe. La habitación era muy grande, seguramente del tamaño regular para ese palacio

–Boun yo...

–¿Qué Boun? ¿¡Con quién crees que hablas!? ¡Yo soy un príncipe! ¡No estamos en igualdad de condiciones!

–Lo siento, señor –me disculpé bajando la cabeza

–Recuerda, puede que hayas sido un príncipe, pero en este lugar perdiste los privilegios de tu corona. Ahora me sirves a mí

–Sí, señor...

–Ahora ve y tráeme mis implementos, los que utilizo antes de dormir. Busca a Earth, él te dirá cuales son

–Si señor...

Me di la vuelta hacia la puerta, dispuesto a hacer lo que me órdenaba. –Fluke estás pálido –me dijo Earth –¿Qué ocurrió?

–Boun... soy el sirviente del príncipe –dije

–¡Uy! Te deseo suerte, amigo. Ese príncipe es bastante tirano. No hay sirviente que aguante

–El príncipe me pidió sus cosas, las que utiliza antes de dormir

Earth me entregó una bandeja llena de frascos cerrados. Mis manos temblaron –Ten cuidado –me aconsejó  Earth –no querrás que él se moleste contigo

Salí con rumbo a la habitación de Boun con un sentimiento de temor en mi pecho.

–Entra –escuché su voz

–Aquí está lo que me pidió señor

Boun se acercó y tomó la bandeja de mis manos. Observó cada frasco, cada detalle. Mientras yo sentía mi corazón a punto de salirse de mí.

–mmm... está bien, por ahora, puedes irte

–Si señor...

Cerre la puerta detrás mío y aún sentía las manos temblorosas y sudadas, a causa del nerviosismo.

–Joven príncipe –escuché una voz –Joven príncipe –volvió a decir

¿Me estaba hablando a mí? Imposible

Sentí una mano sobre mi hombro.

–Disculpe la osadía joven príncipe

Ohm estaba parado delante de mí, haciendo una reverencia al momento de hablar.

–No es necesario que haga esto príncipe Ohm –dije –como bien aclaró su padre, yo ya no soy un príncipe

–Puede ser que haya perdido el título, pero usted es hijo de un rey. Eso lo convierte en un príncipe por siempre

Me quedé atónito ante sus palabras. No creí que aparte de su belleza física, también sea tan amable.

–Estoy al tanto del comportamiento apático de mi hermano. Solo quiero decir que si tiene algún problema, puede acudir a mi sin problema

–Muchas gracias, lo tendré en cuenta

–Creo que ambos somos contemporáneos ¿Podría hablar con confianza?

–Claro, de hecho, tengo la misma edad que si hermano

–Entonces, te llamaré por tu nombre

–Está bien, Ohm

–Hoy seguro fue un día largo, descansa

–Mucho gracias

–Príncipe Fluke, buenas noches

Sus palabras hicieron que me avergonzarme y mis mejillas se pusieron rojas. No me importa no significar nadie para todos en este palacio; si puedo ser un príncipe ante tus ojos.