- Y más te vale practicar ese maldito piano, Amelia! - grito furiosa aquella eriza adulta - Nuestros socios vendrán en unos días a firmar el nuevo contrato de venta, y más te vale que haya música de calidad adornando nuestro maravilloso momento! - concluyó para luego cerrar la puerta de golpe y dejándola bajo llave -
Ese sueño otra vez... Quien era Amelia? Y por qué esa señora estaba gritando sin parar? Respiró hondo y sobó su vientre, faltaban algunos meses para que ella diera a luz, por lo que no quiso darle más vueltas al asunto y volver a dormir, miro a su esposo que descansaba plácidamente a un lado suyo, se recostó con cuidado, y sintió unos cálidos brazos rodearla, dejando que el sueño la venciera otra vez...
•••
El brillante sol comenzaba a asomarse por la pequeña ventana, los pájaros cantaban y una tranquilidad inundaba a la joven eriza de apenas 8 años, una completa calma que pocas veces sentía pero ahora, le provocaba seguir durmiendo por más tiempo, sin embargo, algo de ajetreo y ruidos extraños comenzaban a alarmarla, en un intento por levantarse, su propio cuerpo le dió una señal de debilidad, su cabeza dolía y tenía algunos moretones en sus brazos, con algo de miedo empezó a palpar y noto las vendas alrededor de sus púas, le dolía el simple roce por lo que dejó esa zona en paz, en sus brazos sentía ligeras molestias pero nada grave, podría decirse que eran leves rasguños nada más...
Se mantuvo recostada un largo rato, mirando todo alrededor, estaba en un auto, no cabía la menor duda; podía ver por la ventana los tenues rayos del sol y algunos árboles se alcanzaban a distinguir, aunque claramente no tenía idea de dónde estaba... Su cabeza había quedado recostada hacia el lado del copiloto, su vista, algo borrosa, le permitió ver al conductor, un erizo azul mayor que ella
Como toda niña puede que no calculará bien las edades, pero a ese erizo se le podría decir que estaba rondando sus veintitantos años, el semblante de aquel desconocido mostraba seriedad y preocupación, estaba concentrado en el camino, tanto que no noto que la pequeña ya había despertado desde hace un buen rato, parecía que quería llegar rápidamente a algún sitio
La pequeña eriza intentaba ver si algo le parecía conocido pero, siempre que intentaba recordar, fuertes dolores de cabeza aparecían, haciendo que ella se quejara y se abrazara a si misma
Uno de esos quejidos llamó la atención del conductor...
- Veo que ya despertaste - comentó amigablemente el extraño mientras sonreía con tranquilidad, el semblante serio se había esfumado pero la preocupación en su rostro seguía presente -
La menor le miraba con nerviosismo mientras se abrazaba a si misma, sentía que conocía al erizo de alguna parte, pero no podía recordarlo y literalmente, su cabeza le dolía cada vez que lo intentaba, haciendo que se quejara más
- Oh, creo que apreté mucho las vendas - dijo el erizo deteniendo el automóvil - Déjame ver - continuo hablando mientras pasaba la mitad de su cuerpo a la parte de atrás del automóvil, una posición incomoda pero que no le llevaría mucho tiempo en lo que soltaba un poco el agarre de las vendas -
Mientras el erizo hacia su labor, la pequeña mantenía la cabeza agachada y seguia abrazándose, los toques de la mano del mayor eran suaves y delicados a pesar de la dolencia, así que, poco a poco se su fue relajando, al punto de alzar la vista y chocar con esas brillantes esmeraldas que la miraban con ternura
- Listo, te sientes mejor? - cuestionó el mayor mirando a la pequeña con una ligera sonrisa -
La pequeña solo asintió, y el erizo volvió a su lugar original como conductor, encendió el auto y continuo su camino
- A dónde vamos? - se animó a preguntar la pequeña mientras miraba por la ventana del auto -
- Iremos a Mobius, Amy - comentó con tranquilidad el conductor -
- Quién es Amy? -
- Eh? -
- Dijiste Amy... -
- Ah... Ese es tu nombre... No lo recuerdas? - cuestionó el azulado sorprendido -
- No... Me llamo Amy? -
- Si, es un lindo nombre no crees? -
- Creo que sí... - dijo nerviosa mientras jugaba con sus manos - Me llevas con mis papás? -
Una estocada directa al corazón del erizo, como decirle la verdad a alguien tan d pequeña y dulce?
- Mira Amy... Tú... - suspira - Tu estabas en un orfanato... Es un lugar donde algunos adultos llevan a los niños para que otra persona los cuide -
- Se lo que es un orfanato... - empezó a entristecerse la pequeña eriza - Mis papás no me querían verdad? - Continúo a la vez que delgada lágrimas sobresalían de sus ojos jade -
- Amy por favor no llores - pidió el azul mientras buscaba las palabras adecuadas - Yo... No sé por qué tus papás te dejaron en el ese lugar, pero te aseguro que jamás volverás a estar allí - le dijo limpiando con cuidado algunas lágrimas - En Mobius está toda mi familia y mis amigos, cuando te conozcan se que te amaran! -
- En serio? - preguntó entre lágrimas la menor -
- En serio! Ya lo verás Amy, me encargaré de que todo este bien -
- Gracias... - comentó dulcemente mientras terminaba de secarse las lágrimas -
- No hay de qué... Entonces... Todo bien? - Cuestionó el azul asegurando se del bienestar de la eriza -
- Si, estoy bien -
- Estás segura? - cuestionó aún preocupado por la menor - Podemos ir a comer algo si quieres... -
- Está bien...
- Amy... Te aseguro que no te haré daño, estarás a Salvo, te lo prometo - aseguro el mayor dedicándole una tierna sonrisa por el retrovisor - Y... Cuando lleguemos a casa, te explicaré todo... -
- Deberás? - cuestionó la menor con un poco más de confianza -
- Todo lo que tú quieras saber -
- Cómo te llamas? - pregunto con nervios y curiosidad la menor mientras se sentaba en el centro del asiento de atrás -
- Sonic, Sonic the hedgehog - contestó amigablemente el conductor del automóvil -
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LA INESTABILIDAD DE TU INOCENCIA
Fanfiction- ... Por qué lo hiciste?... - - Lo hice por ti... Por nosotros... - No se aceptan adaptaciones de esta historia