7. Reencuentro

323 36 11
                                    

— Bueno entonces yo le diré la verdad a Amy por ti — dijo el pelinaranja haciendo que el mayor frenara en seco y le mirara con nervio

— No harás eso... — sentenció el erizo con los ojos entrecerrados en señal de amenaza

— Observame! — añadió el rubio corriendo a toda velocidad rumbo a la salida, después de todo su turno había terminado hace 10 minutos, no importaría mucho si se iba de repente, a diferencia del cobalto quien, era el encargado de cerrar la maderería

— OYE TÚ! VUELVE! — le gritó el erizo con fuerza y desesperación siguiendo lo más rápido posible al menor, para su buena fortuna, el trillizo del cobalto llegó justo a tiempo a cambio de turno

— Ey! Qué tal... —

— MANIC CUIDA EL TRABAJO! — exigió el azulado sin dejar de correr, dejando en la puerta a un confuso erizo verde

— Ya sabes... — Murmuró en reproche el peliverde mirando con una ceja arqueada a su hermano mayor mientras trataba de alcanzar a su mejor amigo — Y luego dicen que yo soy el deschabetado...  —

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

— Por cierto, Knuckles sabe que llegaste? — cuestionó la pelirrosa con emoción

— Aún no... Pero sé que le encanta que lo sorprenda — añadió de forma coqueta, causando las risas de ambas chicas

La campana del restaurante sonó otra vez, una eriza de púas moradas y bien peinadas, con un lindo uniforme blanco y una cofia en su cabeza, recién entraba al restaurante, con una mirada cansada y suspirando con sueño — Buenas noches — saludo

— Sonia, buenas noches! — exclamó Amy con alegría

— Hola Amy!, Oh hola Rouge! — continuo Sonia con amabilidad — Que bueno verte otra vez — la albina y ella se dieron un abrazo fuerte donde parecía que la pelimorada se quedaría dormida

— Un turno difícil, eh? — le dijo la murciélago

— Unos niños estuvieron jugando con plumones de colores, estuvimos horas averiguando si tenían varicela, viruela o algo más y solo se habían dibujado puntos en todo el cuerpo! — explicó Sonia con estrés dejando caer su cabeza en la barra con hartazgo

— Tranquila querida... Así son los niños... Supongo —  trato de explicar la albina, sinceramente ella era la menos indicada para hablar de niños... Aún así, trato de apaciguar los malos ánimos de su amiga

— No te preocupes — comentó Amy con dulzura — Quieres un sándwich de pavo con un té helado? —

— Chi — dijo la eriza mayor haciendo un pequeño puchero

— Lo traeré enseguida — comentó Amy volviendo a la cocina

— Ella es un amor... — murmuró Sonia con calma sentándose bien una vez más

— Ya lo creo... Querida, puedo preguntarte algunas cosas? — cuestionó Rouge un poco sería

— Si tiene que ver con niños, plumones o puntos en el cuerpo, no estoy! —

— Claro que no, dulzura — río la mayor — En realidad... Quisiera saber si algunas vez pensaste en que alguno de tus hermanos se casarían? —

— Mmm... Supongo que no, pero... Es algo natural tarde o temprano todos nos vamos y cambiamos nuestra vida, sea solos o acompañados de alguien — explicó Sonia con calma

— Ya... Pero digamos que si Sonic se casa... —

La eriza se quedó muda, miró con detenimiento a la albina quien rápidamente se puso nerviosa, la mirada de juicio que le estaban propiciando era bastante incomoda — Tu le sabes algo a mi hermano, o qué? — cuestionó Sonia con seriedad, no era normal que preguntarán cosas tan específicas sobre su familia

— No en realidad... Más bien, sé algo de otra persona con relación a eso... —

— Debería preocuparme? —

— Solo si no quieres tener una cuñada... —

— De quién se trata? —

— Primero dime si Sonic tiene un interés amoroso... Si lo tiene, le diré a la personita que me preguntó... Y así ya no se hará ilusiones —

— Pues... Que yo sepa no, pero... —

— Pero? —

— Una vez lo escuché hablar dormido... No le tome importancia pero ahora que lo mencionas quizás le guste una persona... —

— Ya, dime! — dijo Rouge con emoción — Un chisme se cuenta completo y no me puedes dejar a medias —

— Aquí está tu pedido... — comentó Amy sorpresivamente erizando la piel de las dos chicas — Todo bien? —

— Si, claro! — dijeron al unísono con una sonrisa nerviosa

— Gracias por la comida, Amy... No olvides pasarme la cuenta al final — añadió la pelimorada con una sonrisa más tranquila

— No te preocupes Sonia, yo invito! — dijo sonriente la menor — Tengo que lavar unas ollas, las veré en un rato — agregó con calma volviendo a desaparecer a través de la puerta de la cocina

— Vaya susto — mencionó Rouge mirando a la pelimorada — Y bien? Me decías? —

— Ay Rouge, no sé... Sabes, mejor decimos al mismo el nombre de la persona, lista? —

— Okey, pero que quede entre nosotras —

— Trato hecho — 

Bien... 1... 2... 3...

—  AAAAAAAAAAMMMMMMMMYYYYYYYYYYY— grito un zorro con histeria azotando la puerta del restaurante con desesperación y saltando por encima de la barra, dándose un bendito trancazo una vez que tocó el suelo dejando a las chicas sorprendidas por tan repentino acto, a la vez que la silueta de un erizo se podía vislumbrar en la puerta acercándose cada vez más...

LA INESTABILIDAD DE TU INOCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora