El viaje continuo sin problema alguno, la pequeña eriza iba comiendo una barra de frutas mientras seguía observando por la ventana, después de su salida del restaurante el mayor le dió unas pastillas que le ayudarían con la inflamación y el dolor de cabeza, aunque no le provocó sueño alguno si sintió un alivio, además Amy se mantuvo alerta viendo como el paisaje cambiaba cada vez que avanzaban, hasta que llegaron a lo que parecía ser un bosque con mucha vegetación, la oscuridad de la noche no ayudaba mucho y comenzaba a provocar cierto temor en la menor que la hizo recostarse en el asiento...
- Estás bien? - preguntó el azulado un poco preocupado al notar el cambio repentino en la menor -
- No me gustan los bosques oscuros - Contesto la pequeña tapando su carita con sus manos -
- No te preocupes Amy, los bosques suelen dar miedo de noche jeje -
- Es solo que son muy oscuros, y nunca sabes que puede esconderse allí - Respondió la eriza sin dejar de cubrirse -
- Entiendo... Bueno, si te sirve de ayuda te aseguro que el bosque solo se ve tenebroso de noche, de día es un lugar agradable para jugar, mis hermanos y yo jugábamos béisbol todo el tiempo - Explico el mayor en un intento por reconfortar a la menor -
- De veras? - Cuestionó tímidamente separando sus dedos para ver al erizo -
- Si, enserio, que yo recuerde nunca hubo animales peligrosos, solo conejos y algunas aves -
- Los conejos son lindos - Dijo Amy sintiendo más confianza -
- Si, aunque hacen madrigueras en casi cualquier lado, una vez caí en una cuando perdimos una pelota, la mitad de mi cuerpo quedó bajo tierra, mi papá tuvo que ir a sacarme por qué mis hermanos no paraba de reír, aunque él también se estaba riendo... - Contó Sonic haciendo reír a Amy - Y ahora te ries tu, supongo que es una gran anécdota después de todo -
- Es divertida, y había conejos cuando caiste? -
- No, por suerte, parece que estaba abandonada - respondió el erizo -
- Sonic... Puedo pasarme al asiento de enfrente? -
- Ya no tienes miedo? - Cuestionó el azulado tranquilamente -
- Creo que estoy bien -
- De acuerdo - El erizo detuvo el auto y la pequeña pudo pasar al frente, se sentó con cuidado y se cubrió con una manta que estaba detrás -
De repente el erizo paso su brazo justo frente a ella, alertandola y viendo fijamente a los ojos verdes del mayor, una mirada determinada pero no la miraba a ella, cosa que le preocupó en gran manera...
El mayor finalmente logro alcanzar el cinturón de seguridad que se encontraba al costado de ella, lo jalo con cuidado y lo abrochó, después se alejo de ella algo que sin duda calmo a la pequeña, dejándola con la vista baja y jugando con sus manitas
- Estás bien? - Preguntó el erizo notando que la menor estaba tensa -
- Es que... Te acercaste muy de repente... - respondió bajito Amy con mucha timidez -
- Oh, lo siento! - Reaccionó el erizo sobando su nuca - No quise incomodarte, creí necesario ponerte el cinturón, es todo - Continuo sintiendo pena -
- Gracias por preocuparte por mí - Mencionó la menor tomando por sorpresa al mayor -
- Oye, no tienes que agradecerme nada, lo importante es que estás bien, okey? - Amy asintió con la cabeza, el erizo la miraba fijamente ahora, sus ojos eran brillantes a pesar de la oscuridad, le causaban intriga o más bien curiosidad -
- Tienes ojos bonitos - soltó la menor sorprendiendo más a Sonic quien sonrió nerviosamente ante el comentario, pues no creyó que algo de él llamará la atención de la pequeña, después de todo era un extraño, sin malas intenciones claro, pero que la llevaba a un lugar desconocido para ella -
- Gracias, tú... Tu también tienes unos lindos ojos jade - Respondió con una leve sonrisa que no tardó en corresponder la menor -
- Falta mucho? - Cuestionó la jovencilla mirando a su alrededor -
- Unos cuantos kilómetros - respondió tranquilamente el azulado -
- Vives muy lejos - Dijo la pequeña mirando nuevamente el entorno a la vez que se cubría con su cobija -
- Vaya que si... -
•••
El auto se detuvo justo frente a una enorme casa de madera, la mayoría de las luces estaban apagadas, a excepción de lo que parecía ser la sala y la cocina - Escucha, primero debo hablar con mi familia y explicarles todo, te presentaré y todo estara bien - Hablo el erizo notando que Amy estaba incómoda -
- Me dejaras en el auto? - Pregunto tiernamente con sus ojos tristes viendo fijamente -
Oh, el remordimiento, si tan solo la escuela le hubiera enseñado una táctica contra los ojos de cachorrito, tal vez hubiera pensado en un mejor plan que solo esconder a la pequeña Amy tras de sí
- Familia, eh llegado! - exclamó alegre el azulado abriendo la puerta -
- SONIC!!! - Gritaron la mayoría, a excepción de los hermanos mayores que se limitaron a verlo con una sonrisa -
- Vaya, se me hacía raro que tardarán en echarte de la escuela - Hablo Scourge, un erizo verde de ojos azules muy parecido a Sonic, vestía una chaqueta negra con flamas y tenía una cicatriz en su pecho -
- Sí, bueno... - En eso, la pequeña Amy se asomó un poco detrás de las piernas del mayor llamando la atención de todos -
- Y esa pequeña? - Cuestionó la madre de Sonic preocupada al ver las vendas en la cabeza de la menor -
- Ella es Amy - Contesto el erizo presentándola - Viene conmigo -
- Sonic no me digas que... - Hablo su padre en tono serio -
- Ah, es una larga historia que tengo que contarles - Respondió Sonic nervioso al ver los rostros serios de su familia -
- Es tuya? - Cuestionó Shadow, uno de los mayores -
- Eh? Ah, no, no es lo que piensan ella no es mi hija - Contesto haciendo que toda la familia soltará un suspiro de alivio -
- Vaya susto que nos diste muchacho - Replicó su padre nuevamente ahora dando palmaditas en su hombro -
- Pero entonces, si no es tuya que hace contigo esta bebé? - Cuestionó tiernamente Sonia, una eriza de púas rosas moradas con un fleco prominente acercandose a Amy con cuidado -
- Ah, ella... -
- Él me rescató, es mi héroe! - respondió con una linda sonrisa ante la mirada atónita de todos -
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LA INESTABILIDAD DE TU INOCENCIA
Fanfiction- ... Por qué lo hiciste?... - - Lo hice por ti... Por nosotros... - No se aceptan adaptaciones de esta historia