¿Admiración o amor?

Capítulo 2: La carta

Créditos de la imagen: @【IdeV】第五人格

Sé que este capítulo lo subí pronto, pero no lo haré muy seguido ya que también hay momentos en los cuales ando ocupada, pero cuando tenga la oportunidad daré mi tiempo para poder seguir escribiendo más capítulos de esta historia. Sin más tiempo que hacerles perder, pueden leer el capítulo tranquilo, ya que aún no habrá temas delicados.

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Tercera persona

- ¡Si seré idiota! – Dijo Edgar mientras seguía pegando a su almohada, - ¡Porque le hablé así! ¡Porque! - Gritaba mientras ponía la misma almohada en su cara para ahogar su grito. Mientras el pintor se lamentaba de sus acciones alguien llama a la puerta, -No estoy de humor, vuelva más tarde- Dijo acostándose en su cama, -Señorito, su padre quiere inmediatamente- Dijo la criada detrás de la puerta, rápido al oír eso el niño de ojos azules, se levantó y arreglo para luego bajar a la sala donde se encontraba su padre, ¿acaso él estaba temblando mientras caminaba?

-Qué bueno verte después de 3 meses Edgar- Dijo el padre con voz seca, - ¿Estás listo para irnos? - Dijo el padre mirando a su hijo, -En realidad... me preguntaba si podría quedarme un mes más señor- Dijo Edgar bajando la mirada estando de pie frente a su padre, -Oh... entonces ¿crees que tienes la autoridad para hacerme cambiar de opinión? - Dijo el padre de Edgar levantándose del sillón para luego agarrar su cabeza, -Recuerda que pasa si no haces caso... no quiero volverte a ver así Edgar- Dijo el padre con un tono falso de preocupación. Edgar solo sube las escaleras aun mirando al suelo para luego entrar a su cuarto, rápido se acostó en su cama pudiendo así soltar las lágrimas que se aguantó en la presencia de su padre. –Porque no puedo defenderme... porque soy tan débil... ¡porque ni siquiera puedo decidir nada! - Dijo el pequeño pintor mientras lloraba sobre su almohada, él odiaba viajar a diferentes lugares puesto que en cada lugar lo hacían sentir incómodo... pensó que por esta vez se libraría, pero al parecer el futuro juega feo con él. Alrededor de unos 30 minutos el pintor quedó dormido, una de sus criadas entró a la recámara y acomodó a Edgar mirándolo con pena, -Ojalá pudiera ayudarlo mi señorito...- Al decirlo reaccionó y salió rápidamente del cuarto puesto que se le había ocurrido una idea.

*Día siguiente*

Un pequeño rayo de luz que entraba por la ventana del cuarto de Edgar se asomó para darle los buenos días, Edgar solo se molestó al notar que ya era de día, -Bueno... hora de irse- Dijo desanimado para levantarse y cambiarse, acomodó una maleta pequeña donde estaban sus materiales de arte puesto que los ocuparía más adelante, cuando iba saliendo de la habitación se topó con su padre, al mirarlo solo hizo una reverencia y aparto su mirada con algo de miedo, - Edgar, lamentablemente cambié de planes, ocupo que asistas más a clases o volverán a bajar tus notas, por tal motivo esta vez no podré llevarte conmigo- Dijo su padre seriamente. El jóven agrandó sus lindos ojos azules y no evito tener una pequeña sonrisa en su rostro, -Si padre, prometo avanzar bien en la escuela, ¡ten suerte en tu viaje! – Decía el pequeño pintor mientras salía de su casa corriendo para ir a recibir clases, mientras recordó que tenía un carruaje en su casa que lo estaba esperando, ya iba a mitad de camino por lo tanto no valía la pena volver.

Mientras corría a la escuela no se percató de que una persona cruzaba por la dirección en la cual corría y chocó. - ¡AY! Esto si dejará una marca- Decía Edgar sobándose su frente, - ¡Oye! ¿¡Que no ves que estoy corriendo!? ¡Fíjate para esquivarme caracol con patas! – Dijo el pintor mientras dirigía su mirada hacia la víctima de su corrida.