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- eso es muy lindo. yo suelo ir todas las tardes a una clínica, ayudo a pequeños mudos y de igual forma sordos, con alguna discapacidad. - pronuncio el de cabelleras rubias, abriendo su boca dando otro bocado.

- ¿perderás todo un mes por esto?. - exclamo seonghwa.

- así es. no me preocupa tanto, todos allí saben qué aun estudio, y esto es parte de eso.

estaban conociendose mejor, desde que yeosang había puesto los platillos sobre la mesa cada palabra salia de sus labios o incluso su acompañante hablaba también. se sentía bastante cómodo, no había rastro de una incomodidad ante ello, park era alguien bastante amigable y con una vibra increíble.

una charla se había formado de varios y varios minutos, cada conversación cambiaba en tan solo segundos y por ahora ningún reclamo sobre la comida qué habia preparado, ¿qué tal sí había quedado muy salado?, nunca había preparado comida para alguien más. siempre eran para el solo.

- tienes una excelente mano, pequeño. - exclamo seonghwa llevando otro bocado a su boca, disfrutando de este cómo todos los demás.

¿pequeño?.

¿park seonghwa me había llamado pequeño?, no tardo en llegar aquel calor a su cuerpo y sobretodo a sus mejillas, causando un pequeño trance. no entendía porque derepente sus mejillas ardían, cómo sí de agua hirviendo se tratara, ¿porque mi corazón se aceleraba tanto ante eso?.

- ¿yeosang?, hey. - paso su mano al frente de mi rostro, lo cual reaccione de inmediato y me disculpe sonrojandome más de lo habitual. - ¿esta todo bien?, estuviste en un trance de unos cuantos minutos.

- e-esta todo bien.. solo me quedé pensando. - murmuré.

en esos instantes no sabía que sucedía, sus mejillas regordetas se encontraban de un fuerte tono bermellon, Park Seonghwa había causado esto con tan solo llamarme pequeño, seamos sinceros. en mucho tiempo no habia sentido mis mejillas arder con tanta intensidad hasta ahora, desde ese momento pensó nunca más volver a sentir esto, en efecto. no tenía sentido. ¿hace cuanto conocia a park seonghwa?. por supuesto sonaría ridículo decir que de toda su vida, simplemente dos días.


yeosang ahora conocía la mayoría de la vida del peligris, aquél le habia comentado bastantes cosas hasta la cosa mas vergonzosa hasta la terrible. escuchar su risa por cada cosa graciosa que decía era algo que llegaba a alegrarme con facilidad; eran musica para mis oídos, ¿quién podía reír más lindo que yeosang?, siempre tenia ese toque de ternura.

- antes solía ser tatuador, solo me dedique a eso un tiempo, corto. - aplique al final, no quería que pensara que era de esos tatuadores qué solían ser delincuentes o incluso unos estafadores que arruinan tu piel a través de arte.

- ¿tatuador?, ¡seonghwa eso es increíble!. - espeto con emoción su acompañante, por poco y daba un diminuto saltito sobre el taburete.

- ¿lo crees?. - exclamó con sus ojos los suficientemente abiertos, ¿no haber juzgado su trabajo?.

- ¡por supuesto!, no hay nada más espectacular que hacer feliz a los demás a través de lindos dibujitos en su piel, te envidio seonghwa.

simplemente le dedique una sonrisa, estaba avergonzado. demasiado avergonzado, ¡kang yeosang!, el niño tierno y pequeño de lindas mejillas le habia dicho que admiraba su antiguo trabajo.

- yeosang, ¿tienes calor?, ¿tu temperatura subió?. - pregunte cuando apenas mire sus mejillas de un sonrojo bermellón, bastanre fuerte.

- ¿eh?, no. estoy bastante bien, ¿por que? - pregunto algo anonadado y perdido, aquel no se daba cuenta de las indirectas de los demás o cuando trataban de explicarle algo, simplemente no lo pillaba.

- tus mejillas, tus mejillas pueden observarse rojas. - musitó y su dedo pulgar fue a la zona indicada, causando miles de infartos en kang.

  Habitación    |  Seongsang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora