2. Mi primer amigo

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Me he ido a la cama y no puedo dormir porque he estado reflexionando de nuevo. He encendido la luz y me he puesto a escribir.

Creo que me he excedido al denominarlo un amigo, pero es que él es diferente al resto. Casi no parece de aquí, bueno sí. Es muy japonés, pero no, no lo es porque la forma en que se mueve, como se expresa.

Aquí no es como en Canadá que es tan sencillo congeniar con la gente. Los japoneses son muy reservados. Mamá no, pero mamá ha vivido muchos años en el extranjero, de hecho aquí la llaman la canadiense nuestros nuevos vecinos. Noto que se mueren de ganas de preguntarnos cosas pero se contienen. Tampoco es que yo tenga ganas de hablar con ellos.

No me importa estar distanciado, pero no puedo hacerlo de todo, pues tengo clases y, sobretodo, necesito un trabajo a tiempo parcial.

Aunque he conseguido algo.

Gracias a él lo he logrado.

Humm. No, él no quería que yo le sustituyese.

Definitamente no es mi amigo.

Me estoy dando cuenta que soy incapaz de recordar su nombre. Me lo ha chillado tras encontrármelo, pero lo he olvidado. Tengo mala memoria para los nombres japoneses. Me va a llevar tiempo aprenderme los nombres de los de mi clase.

Pero estaba hablando de mi trabajo o debería solo nombrarlo encargo.

He echado varias solicitudes desde que estoy aquí y esta tarde tenía una entrevista con Kaoru Sakurayashiki. Para escribirlo ahora he buscado su nombre en el email que me ha mandado todo cortés para confirmarme lo que me ha dicho en la entrevista: que rechaza mi solicitud pues no contrata a estudiantes de secundaria. Es un hombre muy amable y cortés. 

Es una verdadera pena que no me haya dado ni la oportunidad de hacer una prueba porque la paga era muy buena. Quiero pensar que me ha rechazado por mi edad y no por mi caligrafía. Lo cierto es que esperaba mejorar mi escritura con él y aprender mucho más de la cultura tradicional, pues como he visto en su página web es alguien que ha mezclado lo más tradicional con lo último en inteligencia artificial. Sí, hasta su ayudante es una AI que a la que llama Carla. Con ese nombre sí me he quedado.

En fin, el resultado de mi entrevista ha sido: sin buen trabajo y con las piernas dormidas. ¿Cómo pueden estar los japoneses tantos minutos sentados así? Se me corta la circulación.

Pero hay cosas peores en las costumbres japonesas, como los agujeros esos en el suelo.

Creo que estoy un poco traumatizado con tener que agacharme ahí y literal me santiguo cada vez que debo usar uno.

Pero quería hablar de mi encargo.

Lo haré mañana, tengo sueño de pronto.

...

Retomo el diario porque ¡Reki me ha escrito!

Sí, así se llama. He guardado su móvil en la agenda para que no se me olvide de nuevo.

Estaba medio dormido cuando mi móvil ha empezado a vibrar con la llegada de un mensaje y a ese ha seguido otro y otro. Me ha picado la curiosidad y me he quedado tan asombrado al ver el contenido que he tenido que frotarme los ojos para cerciorarme que era real lo que estaba leyendo.

He sabido desde el principio de quién eran. Los transcribo:

Laaaaanga! Soy Reki. :) ¿Sorprendido? Me ha dado tu teléfono el manager Oka.

¡Vas a flipar! He contactado con un tío que va a conseguir un pin para ti para que puedas entrar en S.

¡¿No es estupendo?!

No es nada fácil que alguien nuevo como tú lo consiga, pero yo tengo mis contactos. ¡Je, je, je!

Nos lo da mañana a las seis. Quedamos a las cinco y media en la estación que te mando en la captura.

¡Ah! ¡Es la releche!

He necesitado el google traslator para entender todo lo qué quería decirme.

Me ha mandado una captura del google maps.

Es una estación no muy lejos de casa. Lo que quiere decir que Reki vive por el barrio. ¡Ah! Pero si vamos a la misma clase, claro que vive cerca.

Mientras reflexionaba me dado cuenta que Reki seguía online. ¿Estaba esperando una respuesta? Sin darme cuenta le he respondido en inglés „ok" y al segundo él ha escrito „ok" junto con un smile todo feliz.

Se ha puesto offline.

He mirado su avatar. Es una como la cara de un comecocos con rasgos de monstruo. ¿Será algo relacionado con el skate?

Me he dado cuenta que no he puesto ni una sola palabra sobre el skate y creo que debo hacerlo si hablo de Reki.

Debería dormir porque son las once ya, pero quiero hablar de como he conocido a Reki.

Acababa de salir de la entrevista frustada en el centro de caligrafía cuando he visto una cosa negra que se deslizaba delante mío. No sabía qué era, ni porque se movía sola y de pronto alguien ha gritado que lo parase y sin pensarlo, he ido a cogerlo . Al tenerlo en las manos me he dado cuenta que era una tabla de skate. No una cualquiera no. Se notaba que le habían dado buen uso porque estaba totalmente desgastada y con muchos rayones y los cantos astillados. Era la primera vez que tenía en mis manos una.

Y entonces ha aparecido Reki.

Bueno, no es que hayamos empezado con buen pie, porque se ha quedado todo chafado cuando no le he reconocido aunque él si sabía quién era yo. Es que yo soy inconfundible, ya solo por el uniforme de mi antiguo instituto de Canadá, pero le ha vuelto el buen humor enseguida porque se ha dado cuenta de que me había quedado mirando con mucha fijación la tabla de skate y me ha invitado a usarla.

No he podido negarme porque lo cierto es que quería hacerlo desde el momento la he tenido en mis manos.

Resultado: no he aguantado ni un segundo sobre ella y me he dado un buen golpe contra el suelo. ¡Me he enfadado un montón, pero mucho! ¡Porque Reki se ha empezado a reír con tantas ganas de mí que he pensado que ha querido solo burlarse de mí, del nuevo! ¡Una novatada por pardillo!

Pero entonces ha pasado lo increíble. Se ha montado él y saltado sobre mí. ¡Me ha pasado con la tabla a unos centímetros! ¡Ha sido alucinante! ¡Alucinante! Debo haber puesto tal cara de asombro que debo haberle subido el ego un montón.

Mientras estaba en el suelo, he empezado a observar a Reki con más detenimiento. Llevaba ropas holgadas pero he podido apreciar que su cuerpo está trabajado y tonificado, el de alguien que practica mucho deporte y está totalmente fit,

Lo cierto es que también tiene unos ojos muy expresivos.

Y entonces me ha dado una información muy importante: trabaja a tiempo parcial en una tienda de skate. ¡Era mi oportunidad de tener un trabajo! Y de pronto estaba el dueño de la tienda a nuestro lado y me ha ofrecido hacer una entrega porque Reki tiene una lesión en el brazo izquierdo, que me pregunto cómo se la habrá hecho.

Yo he aceptado, por supuesto y ahí es donde el humor de Reki ha cambiado porque él insistía que daba igual su lesión, lo podía entregar. Y ha seguido diciéndolo mientras el dueño me pedía que le acompañase a la tienda y los dos han empezado a hablar tan rápido que me he perdido en la conversación.

He dejado de prestar atención además porque había un pokemon en la tienda. No es un perro, ni un zorro, no sé que es, pero cuando he querido acariciarle me ha mordido. Solo permite que le toque el dueño porque a Reki también le ha mordido. Ahí Reki y yo somos iguales.

Me he dado cuenta que acabo de sonreír.

Tal vez, realmente, sí acabo de hacer mi primer amigo. 

Gracias por leer. 

No os miento si os digo que para escribir esto me he visto varias escenas del primer capítulo treinta veces. ¡Me encanta!

Próximo capítulo: Obsesionado con el skate.

El Diario de Langa ( Renga. Sk8 The Infinity) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora