Esquivandonos

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Pasó el fin de semana y volvimos al colegio. No quería sentarme en mi lugar, ahí estaba Janny y creo que no me quería ver ni en figurita...

Pasé y puse mi mochila en el lugar de Anna para sentarme con ella, quien quiera que se siente a su lado que se cambie.

-Hola!-Me saludó Ann-Que haces acá?-Preguntó confundida

-Oh am.. si no te molesta me gustaría sentarme hoy con vos-Le dije y pensé "o tal vez por el resto de los días"

-Mmm claro, ahora le digo a Dan que se siente en otro lado-Me dijo y se fue.

Me senté a relajarme y ver un poco los horarios cuando Kevin irrumpió en el lugar. Cuando él llegaba todos se daban vuelta, se hacía notar por la fragancia que comunmente traía puesta. Se acercó a mi.

-Hola Gwen...-Dijo sonriendo de lado- Estuve pensando y... Fui un idiota, tenés que perdonarme

-No te creo, Kevin-Dije sin mucha importancia

-Zow dice que queres dejar de ser tan rara

-¿Y qué? Eso no cambia como nos llevamos... Hace tiempo lo dejaste claro-Le dije cortante

-Mi amigo Luke dice que no sos una estúpida, y solo quería decirte que qué bueno, no te vamos a joder mas

-¿Qué te pasa?

-Estoy en un momento reflexivo, algo mal, ya sabes..

Conocía muy bien a Kevin y sé que se siente mal por todo lo malo que hace cuando está triste. Hace un año también me pidió perdón por una boludes.

-¿Entonces eso va a cambiar en cuánto estés mejor?

-No sé, pero solo quiero que sepas que me arrepiento y me da gusto saber que queres volver a ser normal

-Como sea Kevin, nos vemos-Le dije con seriedad y salí también del salón.

Las horas pasaron rápido, estuve con Bell durante los recreos y con Ann en clase. Ambas me preguntaron por Janny y solo les dije que habíamos tenido una pelea pero que más adelante les contaría con detalles que sucedió entre ella y yo. Ese día me encontré con Jack a la hora de comer como habíamos acordado, estuvimos bastante en silencio pero era un silencio cómodo y él me tiraba sonrisitas de vez en cuando. Este chico me agrada.

Cuando volví a mi casa me encontré con que la puerta estaba abierta, lo que me pareció muy raro. Con desconfianza me adentré en la casa, escuché ruidos desde mi cuarto y subí corriendo. Cuando llegué me lo encontré a mi papá revolviendo mis cosas.

-¿Qué haces?-Grité como loca

-¿Dónde guardas tus albumes de cuando eras chica?-Preguntó con los ojos abiertísimos

-¿Para que los querés? No era necesario revolver todo mi cuarto

-Bueno, es que tardabas de llegar del colegio

-En realidad llegué temprano

-Bueno, yo no sé tus horarios

-¿Y entonces para qué hablas?-Susurré pero creo que me escuchó

-¿QUÉ?-Gritó

-Nada, em, ¿para qué querías mis albumes?-Pregunté elevando una ceja

-No te importa, solo traémelos

Giré los ojos y como no quería mas peleas fui a buscarlo. Volví con los albumes y se los dí. Él sonrió, los tomó, besó mi mejilla y se fue sin decir una palabra. Me quedé extrañada por un rato pero luego se me pasó.

Me vibró el culo. Ah, tenía el celular en el bolsillo trasero del pantalón. Lo tomé y era un mensaje de Bell:

*Vení rápido, Janny amenaza con quitarse la vida*

Salí casi corriendo de mi casa y me dirigí de Jannette aunque no había preguntado ni dirección.

Corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora