Abuela...

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El despertador volvió a sonar, ya debía acostumbrarme a escucharlo 5 días a la semana. Destapé la colcha y luego de alistarme bajé a tomar el desayuno, lo mismo de siempre.

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Llegué al colegio y noté que Janny había faltado junto con Buddy, no supuse que vendrían mas tarde de lo que yo había llegado así que cuando me fui al salón y me tuve que sentar sola. La hora de Biología pasó aburrida y lenta. El timbre sonó y salimos del aula, no tenía ganas de hacer nada. Salude a Anna, Bell, Dan y Mich.

-Que malas, ayer no vinieron a comer con nosotros...-Dijo Anna refiriéndose a nuestra ausencia ayer.

-Si, perdón, es que vieron como es Janny, quería socializar con los nuevos y me llevó a mí- Mencioné rápidamente.

-Más vale que hoy no nos hagas lo mismo-Mich habló.

-De hecho...-Fui interrumpida, no quería dejarlos solos pero ya tenía planes.

-Aay Gwen! nos abandonas- Exageró Dan

-Chicos, saben que pueden dejarme un día con el nuevo, es más, tal vez nos hagamos amigos y lo invite a nuestra mesa- Dije y luego agregué- Aunque es un poco tímido.

-Acá todos somos tímidos-Dijo Anna y luego sonó nuevamente el timbrazo para entrar a clases.

Mientras transcurría la clase de Físico-Química pensaba en que iba a comer hoy, cierto que tenía milanesas con puré, mi mamá en eso era una maga, hacía una exquisitez. Noté que Jack me estaba mirando y recordé que no lo había saludado ¡Qué maleducada! Con mi mano hice el gesto de saludo y él al verme sonrió para luego darse vuelta a mirar al pizarrón. La clase pasó normal y la profesora pidió que de tarea trajeramos unas plastilinas.

Cuando salí afuera me encontré con Nathan, no lo había ni visto pero a este molesto no lo soporto.

-Che, hoy falto tu amiga... Janette-Me dirigió la palabra.

-Eeeh si- Contesté sin saber a donde quería llegar.

-Y no tengo con quien comer...-Ya entendía

-¿Y?-Contesté haciéndome la desentendida

-Comemos juntos?-Se acercó a mi a lo que yo lo alejé rápidamente

-No, ya tengo planes-Le dije evitándolo

-Ay por favor, que vas a comer con el Emo ese de vuelta? Me decepcionas-Tomandome del brazo, yo me solté y le contesté

-Me chupa 3 huevos lo que pienses de mi y te digo algo mas? deja de hacerte el interesante y concentrate en lo tuyo-Enojada me estaba yendo y me grito.

-NO TE ENOJES, NO ERA PARA TANTO!-Corrió detrás mío pero la directora lo metió al aula obligándolo a sentarse callado en su lugar.

Cuando terminó la clase de Físico química busqué a Jack para comer y me enteré que se había tenido que ir de urgencia por un problema en la familia, eso me dijo la directora y no me quise meter más, fui a comer con mis amigos mientras pensaba "Pobre Jack, que sera lo que pasa en su familia" Todos teníamos problemas pero tal vez lo que él está atravesando es algo malo ya que retirarlo de escuela era extraño. No era nadie para preguntarle así que comí la deliciosa comida y convidé un poco a los chicos.

Más tarde llegué a mi casa, estaba cansada y de mal humor, algo triste por Jack, ¿porque me preocupa tanto? tal vez no es nada malo aunque... Alguien tocó a mi puerta sacándome de mis pensamientos.

-Quien...?-No terminé de preguntar que abrieron la puerta, era mi papá, me tomó del brazo.

-Nos vamos, tu abuela está muy enferma-Me miró detenidamente-Y ponete ropa normal que siempre andas de negro

-No tengo "Ropa normal"-Le dije fastidiada.

-No te me hagas la rebelde, anda a buscar ropa de tu madre a su armario-Me gritó

-Porqué no me dejas expresarme cómo lo hace mama?-Le contesté muy enojada.

-Eso no es expresarte, eso es ser una chica muy caprichosa-Me contestó dando un portazo a la puerta.

Mis lágrimas ya se desprendían de mis pequeños ojos, no podía hacer nada. Fui al armario de mi mamá y agarré una chaqueta con unos jeans grises junto con botas marrones, por último me puse una hebilla agarrando mi flequillo para que no se me valla a la cara. Limpié mi cara, frotando mis ojos y salí del cuarto.

-Feliz?-Le pregunté girando los ojos.

-No te hagas la molesta, así te ves hermosa- Contestó sonriendo satisfecho.

-Como digas, vamos?-Le dije y salimos de la casa, donde nos esperaba el coche de mi tío, era blanco, subimos y mi tío me miro extraño.

-Que raro verte vestida así-Mi tío sonrió y besó mi mejilla.

-Le hizo caso a su papa, no le queda más bonito así?-Mi papá se hacia el inocente mientras hablaba en 3 persona.

-Si, que linda mi sobrina-Dijo mi tío apretando una de mis mejillas.

¿Porque nadie aceptaba mi estilo de vestir? Yo tenia mis propios gustos y los demás intentaban cambiarlo. A todos les parecía algo feo, ojala alguien lo apreciara... Mis amigos lo aceptan, pero no es que les guste, por lo menos pido eso de parte de mi familia, mi papá sobre todo.

Llegamos a la clínica donde se encontraba internada mi abuela, habitación 747, esta clínica era muy grande. Pasamos.

-Necesito hablar con ustedes-Le dijo el doctor a mi papá y tío.

-Quedate acá con la abuela, ya venimos-Genial, a mi no me cuentan, me acerqué a ella.

-Hola abuelita, sé que posiblemente no puedas escucharme, pero no te quiero amargar el día y te voy a contar buenas noticias... El abuelo está bien y tu perrita también, aunque ahora no pueden venir a visitarte. Mis amigos y mi mamá te mandan muchos saludos, todos te queremos mucho-Mientras decía esto una lágrima se escapó de mi ojo izquierdo. Justo entró mi papa y con una cara de tristeza dijo.

-La abuela tiene leucemia-

Y mi mundo se derrumbó.

Corazón de oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora