𝕀𝕀

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Pov. Xiao Zhan

¿Qué si iba a aguantar algo como esto? NO... Claro que no.

—Director, con esto no puedo tener paciencia. ¡Tiene que cambiarme de habitación! —Dije apenas entré a la dirección.

—Pero, ¿Por qué? Si acabas de cambiarte... —Dijo señalando la silla frente a su escritorio, indicando que me sentara. Suspiré fastidiado y me senté.

—No puedo soportarlo... ¡hay un gay en mi cuarto!

—Xiao Zhan... —Dijo en un tono autoritario.

—Ehh... no quiero decir que sea desagradable o algo así, pero usted sabe que es difícil convivir con ellos —Dije bajando de tono de voz, intentando calmarme. El bufó- Es... es solo que no estoy cómodo con él allí.

—Pues ya te acostumbraras —Dijo él, como si fuera la cosa más sencilla del planeta. ¡Claro que no me acostumbraré! —Gay o no... si no das importancia, no es gran cosa —Puso sus ojos en la computadora de nuevo. Era señal de que me debería retirar. Por supuesto que no lo haré.

—¿Y no tengo derecho al cambio? —Bien Xiao Zhan. Bien.

—Si, lo tienes... Pero ya lo has ejercido —Diablos tenía razón, acabo de cambiar la habitación.

Él seguía inmerso en lo que sea que estuviera haciendo en la computadora. Definitivamente el director no cedería, y tenía razón. No puedo pedir dos veces cambio de habitación.

Recogí mi mochila y salí de allí azotando la puerta, no quería ir al dormitorio, pero era eso o quedarme vagando en el campus de la escuela.

Llegue y me encontré a "mi compañero" justo como lo deje. Bueno, ¿Qué este chico no tiene nada que hacer?

Tomé una cinta roja de mi mochila y comencé a extenderla por toda la mitad. Pero me arrepentí. No le iba a dar toda la mitad al chico. El despegue y la volví a pegar, ahora por un pequeño pedazo de habitación, el solo estaba mirando lo que hacía.

Una de sus maletas estaba encima de mi cama así que la tomé y literalmente se la aventé.

—Como estaba aquí antes que tú, me gustaría tener el control aquí —Si, el chico me caía muy mal, pero no por eso iba a dejar de hablarle correctamente —Ahora escúchame —Estaba listo para decirle todas y cada una de las reglas para que pudiéramos vivir en paz juntos, o al menos sin pelear tanto.

—Yo estaré en este lado y tú en el otro —Dije con voz firme y señalando —Esta línea, es la línea divisora... No la cruces. Me gusta el silencio —continúe —porque mi pez se asusta fácilmente. No quiero que juegues videojuegos aquí ya que me distraen cuando estudio. Si vas a hablar por teléfono, tienes que salir del cuarto. Si roncas, mejor ve a dormir a la bañera. La televisión que está allí, es MÍA así que yo elijo que ver, no puedes traer "amiguitos" tuyos aquí... ¡Ah! Y es mejor estarse calladito, ¿de acuerdo? —Sonreí más falsamente que el noviazgo de Zhuo con Meng.

—¿Qué pasa con cantar? —Dijo él. ¿Qué parte de calladito no entendió?, pero no es mi estilo ser tan grosero para decir eso. —Si crees que eres un buen cantante, adelante —El empezó a cantar la misma canción que yo estaba cantando al bañarme. Dios, este tipo es irritable.

—El silencio es mejor que cantar así —Dije frío.

—¿Puedo cocinar? —De verdad, me estaba sacando de mis casillas.

—De hecho, está en contra de las normas. Si se enteran, tendrás que largarte —El hizo un puchero involuntario. No es que me parezca lindo, es simplemente que no me gustan los pucheros. Sí. —Bueno... solo hazlo.

¿Yes Or No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora