𝕍𝕀𝕀

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Pov. Yibo

Caminaba de regreso a casa, porque había ido por unos mandados a la hacienda vecina. Era un paisaje bastante lindo, de piedras, al rededor muchísimos árboles, pero volteé mi mirada hacia al frente y allí estaba; el paisaje más perfecto jamás visto. Al principio pensé que tal vez estaba alucinando de tanto pensar en él, pero estaba caminando hacia mí, y ahora estaba justo frente a mí.

—Pero como te atreves... Olvidaste la foto de tu novio en la habitación —Acercó la foto que teníamos pegada en el techo, la cual, por cierto, rompí a la mitad y por eso ahora estaba nada más él, me la dio en la mano, pero yo seguía sin decir nada.

Ahora estaba seguro de que no era ninguna alucinación, él estaba allí. Recordé todo lo que habíamos pasado y como al final terminó negando que eso había pasado, no podía perdonarlo así, tal cual; hacer como si no hubiera hecho algo que me dolió mucho.

—Yibo... Lo siento —Comenzó a morder su labio inferior, lo hace siempre que está a punto de llorar, pero se aguanta, yo seguía sin decir nada y a él le estaba empezando a llenar de lagrimitas sus ojitos —Estaba asustado... E-Estaba confundido... de, sé todo —Sacó algunas lágrimas —De que mi madre se enojara conmigo, de que mis amigos se burlaran... Y me asustaba el que dirán —Se secó la cara con una de las mangas de su suéter —Pero ahora sé que, si sigo asustado... Te perderé... Y no quiero perderte —Volvió a quebrarse su voz en la última palabra. Por dentro estaba casi saltando de felicidad, pero aún quería ver hasta donde llegaba, no es que me gustara verlo así, pero algo tiene que hacer, ¿no?

Bajo la mirada viendo que no decía nada —¿Es muy tarde? —¿Era muy tarde? ¡Claro que no! Para él nunca lo será, porque siempre voy a estar él, estaba por responder cuando él se volteó, se iba a ir.

—¡Zhan!

—Está bien, está bien... —Dijo llorando, pero paró de caminar. Claro que no lo dejaría irse. Me acerqué lo poquito que él se había alejado y lo abracé por la cintura, muy, muy fuerte.

—Gracias —Susurre en su oído, claro que le agradecía, debe ser algo difícil para él, pero se arriesgó, al final lo hizo y lo hizo por mí. Nada podía ser mejor —Gracias por atreverte a quererme - Se giró rápido y se colgó en mi cuello para besarme, sentía sus lágrimas en mi boca, pero no me molestaba. Nos separamos después de unos segundos, le sequé lo que quedaba de lágrimas en su rostro.

—Te amo —Dije aún en sus labios.

—Y yo a ti Yibo... Muchísimo —Me dio un beso en la mejilla y sonrió. Zhan era de las personas que no dicen algo si no están segurísimo de que es verdad, y ahora lo estaba aceptando, me quiere, igual que yo a él. Saco algunas lágrimas más, ¿Acaso no puede ser más tierno?

—Ey... No llores —Le tomé del mentón y repartí un par de muchísimos besos en su frente, labios, nariz y mejillas.

Y así tomados de la mano salimos de nuevo hacia el instituto, dos días perdidos no es mucho. Entrando al dormitorio me dijo que tenía que hacer algo importante, no pregunté.

 Entrando al dormitorio me dijo que tenía que hacer algo importante, no pregunté

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¿Yes Or No?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora