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Soobin fue el primero en despertar, había pasado toda la noche durmiendo cómodo junto al Omega.
Se separó lentamente viendo como el Omega se removía en la cama buscándolo, le pasó una almohada para que tuviera en sus brazos y YeonJun volvió o si preciado sueño.
Se acomodó la camiseta y se puso sus pantalones para salir de la habitación, camino por los pasillos hasta llegar a la habitación de Jeongin, tocó varias veces la puerta hasta que el bajito Omega salió.
Tenía el cabello revuelto y se tallaba los ojos, alzo la vista y se topo con el gran alfa frente a él.
—¿Qué haces aquí? ¿Dónde está YeonJun? — pregunto ya con la mirada ya más fría.
—Esta durmiendo, ahora hazte a un lado — lo empujó para entrar a la habitación.
—¿Qué quieres? — pregunto el castaño con molestía.
—¿Porque no me dijiste que no sabía nada de como se hacen los bebés? — preguntó algo alterado.
—Ah cierto, el no sabía, bueno pero ya lo sabes, así que ¿Cuál es el problema? — soltó como si fuera la cosa más normal del mundo.
—Creo que ese es un detalle que no se debe saltar; ¿Sabes lo incómodo que fue para mí tener que hacerse lo a alguien como el sin ninguna experiencia?
—Lo siento, pero me dijo tu superior que era mejor no decirte, ella dijo que te gusta ser rudo con las personas que tienes que desvirgar — se encogió de hombros — ahora más te vale que regreses antes de que el señorito YeonJun se despierte — lo arrastró hasta la puerta de habitación y lo sacó, para después tirarse el la cama de la habitación para dormir nuevamente.
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Volvió a entrar en la habitación donde estaba YeonJun aún durmiendo y solo se sentó en el sofá a jugar con su celular.
A los treinta minutos, el chico peli-rosa empezó a abrir los ojos, talló un poco porque le dolía un poquito por las lágrimas que habían salido la noche anterior.
Se intentó sentar pero un agudo pinchazo en su espalda baja lo detuvo.
Chilló y eso hizo que Soobin pusiera su atención en el pequeño Omega.
