Máscaras.

Capítulo 2.

Después del desayuno.

⏤Necesito que te quedes Cayden, quiero que veas a los perros y perras que vendrán hoy para que veas si son aptos o no⏤ pidió Cindy mientras se levantaba de su lugar, acomodaba la silla y se iba a otro lugar.

⏤¿Van a contratar más?⏤ pregunté y él asintió.

⏤Sí, ya tenemos pocos empleados por Cindy, todos son pésimos y hay algunos que siguen aquí porque no se equivocan tan seguido y Cindy les da una oportunidad⏤ comentó mientras se levantaba y yo por instinto también me levanté ⏤. ¿Quieres venir?⏤ preguntó luego de acomodar su silla.

⏤Sí⏤ ¿Por qué? Simple, solo conozco la cocina, el comedor y el cuarto de Cayden, es una enorme mansión y no conozco nada así que si me quedo estaré aburrida.

⏤Bien⏤ pasó junto a mi y me rodeó con su brazo el hombro para comenzar a caminar. No le dije nada y no es porque ya le tenga algún tipo de aprecio o confianza, quiero conocer sus manías, quiero que me diga hasta su último secreto para tenerlo en la palma de mi mano.

Pasamos por largos, grandes y bien decorados pasillos, la verdad no me sorprende vivir en una mansión, la mansión de Rey es todavía más grande que esta, pasamos por una puerta dejando ver un lindo jardín con fuentes, flores y rodeada de unos enormes arbustos cortados como si fueran paredes, estábamos sobre un camino obviamente, el pasto se maltrataría si pasáramos por él, llegamos a otra parte del jardín y ahí está la imponente Cindy con unas... entre veinte o treinta personas, todas de rango bajo evidentemente.

Cindy volteó a vernos.

⏤Oh, trajiste a Lexa⏤ Cayden me miró confundido, simplemente lo ignoré ⏤. Antes de que llegaran les debieron de haber informado lo que tendrían que hacer cuando llegaran ¿Cierto?⏤ todos asintieron sin hablar, solo con un movimiento ⏤. Excelente, comiencen⏤ se sentó en una silla que estaba ahí, en frente tenía una mesa y una sombrilla aún lado.

Cayden se sentó pero no había una tercera silla así que me recargué detrás de la silla de Cayden pero me atrajo hacia él y me sentó entre sus piernas.

⏤Sí que eres enana⏤ se burló a lo que sólo le di un codazo haciendo que se retorciera moviendo la silla y tosiera un poco ⏤, no me esperaba eso⏤ fue lo único que dijo pues se quedó sin aire y volvió a toser.

Yo solo observaba como cada persona se identificaba, decía en lo que trabajó anteriormente, su edad, sus familiares, su raíces y cosas de ese estilo, cosas personales y así, noté que algunos tenían la máscara demasiado deteriorada y unos incluso la tenían un poco rota.

⏤Qué dices, ¿Son aptos?⏤ preguntó Cindy dudosa y le daba la razón, no deberían de tener así las máscaras.

⏤No soy un experto pero creo que todos son aptos⏤ negué con un movimiento de cabeza ⏤, ¿No qué? ¿No son aptos?⏤ preguntó.

⏤Todos no, ¿Notas a los que tienen las máscaras deterioradas y rotas? Bueno ellos no sirven, cuando educan a un perro lo primero que les enseñan es ser cuidadosos, a ser perfeccionistas para complacer al tigre para el que trabajarán⏤ me levanté y pasé por detrás de ellos viendo a cada uno tanto por el frente y por atrás ⏤. Si bien sé que no a todos los educan igual eso es algo prioritario, solo a los que señalaré son aptos, quizás tengan una que otra equivocación pero serán menores⏤ son cuarenta y cuatro personas, de esas cuarenta y cuatro señalé solo a treinta y uno.

⏤Los que fueron señalados den un paso al frente y los que están atrás largo, no merecen estar aquí⏤ ordenó Cindy, algunos lloraron y otros solo se limitaron a mirarme mal. No me importaba si necesitaban el trabajo, a mi también me molesta que los trabajadores se equivoquen en cosas simples y quizás es algo arrogante de mi parte y lo admito, si yo no cometo errores los que trabajan a mi alrededor tampoco deben de cometerlos.