La Vida de una Arcángel

Primera Lección

Todos guardaron silencio ante mi repentina aparición por un momento sentí incomodidad pero solo pude notar que necesitaba afirmar mi autoridad y firmeza, en este mundo hay muchas personas a las que seguramente no les agradaré así que tengo que cambiar.

Comencé a revisar quienes habían reprobado di un paso al frente dejando atrás a Amelia, di dos ligeros golpes con mi báculo y todos los reprobados quedaron inmovilizados y flotando.

-Tomen esto como su primera y última lección, no sólo carecen de la formación adecuada para aprender de mi sí no que también carecen de de la misma habilidad para aprender-

Parece que mis palabras afectaron a muchos en algunos sólo aumenté su hostilidad, mirando al frente señale hacia la puerta y los cuerpos inmovilizados comenzaron a salir uno por uno hasta quedarme con 12 personas, las únicas personas en aprobar.

Aún en silencio me acerque a cada uno y tomé sus hojas, regrese al escritorio donde le deje a Amelia mi báculo y yo tome de asiento el mismo mueble, cruze las piernas y empecé a observar como habían resuelto los ejercicios.

Se mostraba una gran ineficiencia incluso al mulplicar, esta claro que tengo que reformar sus conocimientos desde lo más básicos quizás dos meses sean insuficientes, afortunadamente estaba preparada para lo peor así que aún era posible ofrecer lo poco que se.

- Bien chicos realmente me disgusta haber expulsado a tantos alumnos pero por sus respuestas puedo ver una gran ineficacia en su trabajo por lo que trabajaremos desde lo más básico, estaré con ustedes  por dos meses así que me presentaré nuevamente, soy la Sabia Ermitaña Gratit Udeet Espoir no soy una alada soy una Arcángel, bien es su turno de presentarse-a decir verdad quería correr a esconderme debajo del escritorio pero ya había hecho mi actuación ruda y no quería arruinar esa imagen.

- Soy Alexander von Fritz Arantel soy el cuarto príncipe de este imperio y tengo 17 años - dijo un chico de cabello negro y ojos dorados, su cuerpo estaba bien definido pero aún se notaba la inocencia en el rubor de su rostro

-Yo me llamo Erika Ponton tengo 17 años-dijo fríamente una chica de cabello celeste y ojos azules de baja estatura y de medidas ligeramente pronunciadas

Mis pocos alumnos continuaron presentándose la mayoría tenía 17 años solo dos aun tenían 16 pero a decir verdad sólo una chica llamo mi atención su cabello casi blanco y sus ojos azules la hacían ver como una princesa

-Yo soy Aisha Millis Amereg hija del archiduque de Amereg tengo 17 años y espero con ansias aprender de la Sabía Ermitaña - podía notar su emoción en sus palabras era gracioso de ver su emoción no iba acorde a su aspecto serio.

Después de las presentaciones considere que era bueno revisar juntos los ejercicios del examen para corregir sus errores, aunque hayan sido muy pocos en pasar todos oscilan entre los 60 a 80 puntos.

-Bueno chicos, se que consideran las matemáticas como una herramienta de administración pero no debería ser así ya que es más, cuando logren dominar los temas que les enseñaré es posible que mejoren en muchos aspectos, ahora empecemos con la segunda lección-

Durante el resto de la clase estuve enseñándoles métodos más eficaces y sencillos para realizar las operaciones básicas extrañamente absorban todo como esponjas así que me facilitaron mucho el trabajo.

Después de las operaciones básicas recurrimos a corregir su examen incluso ellos con lo poco que ya habían aprendido pudieron notar sus errores y operaciones innecesarias.

-Sabía Udeet ¿tendremos la oportunidad de aprender magia de usted en el futuro? - dijo un chico rubio su nombre era Alex y destacaba por sus ojos carmesí