15 de Diciembre de 1908
Habían llegado antes de lo esperado, cuando bajaron del tren, subieron a un carruaje al que los llevaría a una preciosa casa de campo. Ahí mismo, continuarían con las lecciones de etiqueta. El tiempo pasó más rápido de lo esperado, Ale aprendía con mucha facilidad y en ocasiones dejaba asombrados a los que se encontraban en aquel lugar. Sabía cosas que nadie más tenía porqué saber.
-El señor Seong tenía un precioso gatito negro y se devoraba todo lo había en la alacena, al otro día, el dueño se encontraba llegando al palacio y nos contaba de sus desgracias. A pesar de todo, amaba a ese gatito y nunca lo pudo regañar porque sentía culpabilidad al instante. Patético ¿cierto? - el chico de cabellos dorados quedó callado y no comprendía de dónde había sacado esa historia, parecía un recuerdo que nunca lo alejaba de la triste realidad.
21 de Diciembre de 1908
Ale, se convirtió en alguien más cercano a Serim, su presencia no parecía incomodarle, cuando lo veía en el jardín de la casa, sentía una paz profunda, de esa que te hace guardar en la memoria y si algún día te sientes triste, con cerrar lo ojos vislumbras aquel prado y la preciosa sonrisa del señor Serim. Cuando tocó sus manos grandes, lo hizo sentir protegido y que nada le pasaría, siempre y cuando estuvieran juntos.
24 de Diciembre de 1908
Habían despertado más temprano de lo usual, Serim lo miraba, pero no dijo palabra alguna, después de eso lo vio caminar hacía el fondo del pasillo oscuro, ese al que él no podía pasar porque el Sr. Minhee se lo había prohibido.
Cuando serim regresó, éste le había extendido un violín que parecía bastante caro, él al no saber a lo que se refería lo tomó con sus manos temblorosas.
- Toca.
- Y-yo no se...
- Claro que sabes, eras el mejor violinista, fuiste aceptado en el Conservatorio de Rusia.
-P-pero yo no...
Cuando tocó las cuerdas del violín, parecería que realmente sabía lo que hacía, todos quedaron perplejos y Serim sólo tenía una sonrisa dibujada en los labios.
Lo había encontrado.
26 de Diciembre de 1908
Al pasar unos días, Serim lo miraba mucho más que antes y eso lo tenía con los pelos de punta, no sabía que había hecho mal, si había fallado en alguna lección, o fue en aquella ocasión donde por accidente chocó con él y lo había tirado del caballo. Realmente no lo sabía y ese día estaba dispuesto a confirmarlo.
-¿Le sucede algo? Hice algo malo para que me mire de esa forma o me evite casi todo el día. - Preguntó bastante abatido por la situación, no lo quería admitir, pero, realmente le estaba afectando ese compartimiento que el mayor tenía con él.
-En realidad no, no tienes de qué preocuparte - Contestó sereno, sin hacer preocupar al menor - En unos día iremos al teatro de Francia y veremos a la reina. Finalmente te ayudarán a encontrar a tú familia.
-Y-yo- sus mejillas estaba rojas y ocultó parte de su barbilla en el precioso abrigo de piel que tenía puesto. -Esto es vergonzoso, no debería decirlo...
-No hay problema, no muerdo, no te podría hacer daño - Lo tomó de la mano y sus miradas conectaron al instante.
- Creo que me gustas Serim...- habló lo más bajo que pudo, pero aún así fue escuchado por el mayor. - Se que no debo de sentir nada por usted, digo, somos hombres y eso no puede ser...
El lugar quedó en un sepulcral silencio.
28 de Diciembre de 1908
(Días antes de asistir al teatro de Francia.)Estaba sentado en suave pasto alejado de la cabaña, quería pensar, despejar su mente, cerró los ojos por un instante.
-Serim hyung, ¿me quieres?
-Claro- respondió.
- ¿Puedo pedirte dos favores?
-Incluso tres.
Allen sacudió la cabeza sonriendo.
-Con dos es más que suficiente. El primero es que agradezco el que vengas a verme, estoy muy contento y me ayuda mucho... Quizá no lo parezca, pero es así.
-Vendré cada que quieras- dijo - ¿Y el otro?
- Quiero que te acuerdes de mi ¿Recordarás siempre de que existo y que he estado a tu lado?
- Me acordaré siempre.Él prosiguió la marcha sin más, en silencio. La luz de otoño se filtraba por sobre la copa de los árboles y lanzaba encima de los hombros de su chaqueta informal.
Ahora lo recordaba todo, siempre amó a su chico de cabellera negra, él mismo que se declaró con un tonto libro de "Un amor prohibido y una flor de Cerezo"
Cuando miró el cielo, sintió un cuerpo pesado que se sentaba a su lado, él sin pensarlo dos segundos se tumbó al regazo de su mayor y lo besó como si su vida dependiera de ello, como si fuera la última vez en que estarían juntos.
Ese día Serim lo tomó con amor, deslizando sus manos en la aterciopelada piel de su chico de cabellera dorada, lo besó en los rincones más sensibles, lo adoraba. Lo hizo suyo en aquél prado de frondosas arboledas.
-¿No me olvidarás jamás? - Preguntó en un susurro.
-Jamás te olvidaré. No podría hacerlo.
29 de Diciembre de 1908
Allen y Serim se habían enamorado.
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El destino real. »● SeLlen. © √ [En Edición]
Historical FictionAllen Ma, un huérfano que desconoce su propia identidad como el príncipe de Samolia, años después de haber perdido a su familia por una terrible condena... regresa al mismo lugar donde posiblemente sus recuerdos se volverían más lúcidos. »○Serim x A...