Capítulo 5 "Un comienzo en Italia"

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Hacía una semana Emilia estaba viviendo en Italia, ya tenía casi todo acomodado, su habitación no era muy grande, pero era cómoda, la compartía con una compañera de universidad; ella estaba terminando de acomodar su cama cuando su celular sonó...

—Hola

—Hace una semana que te fuiste y no me llamaste, ¿a vos te parece bien?—reclamaba la voz de Magdalena al otro lado de la línea

—¿Llamas solo para discutir? Si no te llamé es porque no quiero hablar con vos

—¡Respetame que soy tu abuela! Además ni a Lilith has llamado

—Decime que queres Magda o te corto

—Siempre tan mal educada, por lo menos Andrea es mas educada que vos, por eso te dejo Bruno, porque ella es mejor, tu siempre seras un error...

Emilia no quiso terminar de escuchar a su abuela Magdalena Garcia, para ella esa mujer no merecía ser abuela, sin darse cuenta las lágrimas caían por sus mejillas, lo que había dicho Magdalena la habían dañado, esa era su función, dañarla.

—Tranquila, estoy segura que esa mujer miente—le dijo una voz a su espalda

—Siento que tuvieras que escuchar esas cosas Francesca

—No tienes la culpa, seguro ese tal Bruno es un coglione—Emilia se rió al escuchar a Francesca insultar a Bruno—a y puedes decirme Fran o France, Francesca suena a regaño de mia mamma

—A que si... me voy a dar una vuelta, llegó en un rato

—Tranquila, ragazza—se despidió Francesca de Emilia

Aún estaba el invierno en Roma, se veía la nieve, algo muy nuevo y bonito para Emilia y ella lo disfrutaba, aunque aún no se acostumbraba a ese tipo de frío. Al día siguiente iría a la empresa "Berardi e Soci" y se sentía muy emocionada, no quería defraudarlos...

A la mañana siguiente Emilia se vistió con unos pantalones formales negros, una camisa blanca, unas botas color café, una chaqueta del mismo color y una bufanda blanca, era temprano, tardaba mas de cuarenta minutos en llegar a la empresa y quería tomarse un café antes de entrar.

Al llegar al edificio se quedó impresionada, era enorme, en Uruguay había edificios de esa magnitud, sí, pero ellos eran complejos empresariales o el edificio estatal de telecomunicaciones, sin embargo, ese edificio era ocupado solo por la empresa "Berardi e soci", y es que ella sabía que no solo eran una empresa de publicidad, ellos tenían sus diseños de ropa exclusivos, sus talleres de diseño, sala de fotografía y las oficinas en el mismo edificio.

Después de entrar al edificio se dirigió a recepción

—Ciao! Buongiorno!—la recepcionista la miró—Soy Emilia García, soy pasante del área de diseño, tengo que ver a la señora D'angelo—la recepcionista buscó en el ordenador y le dijo:

—Piso veinticinco, pasillo dos, puerta uno, buona fortuna!—le señaló el ascensor

—Grazie!—dijo y se dirigió al ascensor repitiendo como un mantra lo que la chica de recepción le había dicho.

Al llegar no podía salir de la impresión, se encontró con algo completamente distinto a lo que esperaba, mientras que en recepción el ambiente era acromático y muy minimalista, ese piso era todo lo contrario, las combinaciones de colores era impresionante en las paredes predominaban los colores cálidos, mientras que hacían un gran contraste con los escritorios, las puertas y el resto de la decoración que se encontraban en colores fríos, sin duda era un riesgo mezclar de tal manera los colores, pero hacia que el impacto al verlo fuera grande y llamara la atención, se veía bonito y moderno.

Caprichoso Destino - La historia de Emilia y AlessanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora