CAPITULO 4

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EL MISTERIOSO SILENCIO

— No puedo creer que en serio estemos por hacer esto. —BoGum giró hacia la izquierda, sus ojos en los espejos laterales mientras recibía gustoso un dumpling que JiMin había llevado consigo. Dijo con la boca llena: — ¿Quién eres y qué hiciste con TaeTae? 

TaeHyung rodó los ojos y le golpeó el brazo con mesura, no iba a provocar un accidente en medio de la autopista. Por otra parte, JiMin, quién se había negado a compartirle sus dumplings por traicionero y embustero, se giró en su asiento para encarar al menor. 

— Dijiste que necesitabas indagar sobre las lecturas, ¿no? — comenzó, su entrecejo fruncido una señal de que no aceptaría respuestas inventadas. — ¿Tiene algo que ver con el chico que estaba contigo? 

— Uy, chisme, eso sí me interesa, — BoGum rió cuando TaeHyung volvió a golpearlo. 

— Hay algo raro con él, — continuó el rubio, ignorando por completo el comentario de su hermano. — No deduzco qué pero hay algo que extraño en su aura. ¿Cómo lo conociste?

TaeHyung suspiró rendido. 

— Es Jeon JungKook, es la joya popular de la que les hablé. — Se inclinó hacia delante y cruzó sus brazos entre los asientos delanteros para luego apoyar la cabeza. — Tiene el primer puesto en el ranking académico, atlético y social, no hay nada que el idiota no pueda hacer, razón por la que vive rodeado de gente, es una locura. ¡Apenas tiene dieciocho años, santo Lete!

— No debería de sorprenderte, Tata. — Murmuró BoGum, de nuevo recibiendo otro bocadillo que su hermano le extendió. Esta vez masticó antes de volver a hablar. —  La filosofía del humano es así, es una animal ilógico y sociable, se mueven en grupo, buscando aprobación colectiva, repugnante. Por eso los deimos rojos los prefieren para su cena, por idiotas. 

— Nosotros no estamos tan alejados de ellos, hyung. —Argumentó Mimi, desechando con un movimiento flojo la súplica silenciosa de TaeHyung de recibir él también un dumpling. — La única diferencia es que hacemos y sabemos cosas que ellos no. 

El mayor bufó en desacuerdo: — Mimi, por favor, nuestra jerarquía está a mil años luz de la de ellos.  

— ¡Un par de sofisticadas nomenclaturas lo único que hacen embellecer un jodido rango militar común y corriente, hyung! ¡El Panteón no es una orden sagrada, solo es un montón de viejos presumidos diciéndote qué hacer!

BoGum jadeó indignado, sus ojos estaban tan abiertos que TaeHyung pensó que se le saldrían. En una situación diferente, él se hubiese reído a carcajadas al ver a los Park intentando golpearse el otro al otro, secretamente animando a Mimi porque ambos compartían pensamientos cuando se trataba de estos temas, pero esta vez sus prioridades eran otras, por lo que no dejó que el intercambio de pellizcos llegara a más allá. 

— Bueno, bueno, ¡ya está! ¡Mimi, detente! — Alejó sus de las costillas del mayor para luego apuntar con un dedo señalador a BoGum — ¡Y tú mantén los ojos en la carretera o nos matarás! Dejen sus jodidas posturas de lado por un momento, bendito Apolo. Estamos aquí para buscar una respuestas a mis dudas, hacemos eso primero y luego se matan. 

Los hermanos farfullaron un asentimiento. 

— Bien.  Como iba diciendo, este chico, JungKook, está rodeado de personas así que evité acercarme por esos lares porque ustedes saben que me mareo cuando hay un montón de corrientes y vibraciones. Además del hecho de que todos son unos idiotas.

— Tata, para ti cualquiera que no sea Mimi es un idiota.

— Y con razón, incluso tú lo eres, hyung

Moon and Sun ♤ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora