Las veces que Sukuna intento enamorar a Megumi y la vez que lo logro

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Era bien sabido que Ryomen Sukuna tenía una rara obsesión con Fushiguro Megumi. En un principio, Megumi pensó que Sukuna lo hacía únicamente para molestar a su amigo Itadori por mantenerlo encerrado en su cuerpo. 

Pero todo se tornaba cada vez más raro con el tiempo, demasiado para el gusto de todos. Ryomen comenzó a centrar su atención única y exclusivamente en el hechicero de ojos azul oscuro, dejando de lado a todos los demás.

Desde la vez en que Sukuna le había arrancado el corazón a Itadori y le había dado una paliza también a Megumi, la actitud del vil demonio hacia el pelinegro había cambiado. La primera vez que Sukuna le hizo algo extraño a Fushiguro fue cuando él y sus amigos estaban comiendo en un restaurant luego de terminar una misión.

Los tres estaban sentados en una mesa pasando el rato y comiendo finalmente sus postres, Nobara estaba sentada frente a los chicos. Todo era aparentemente normal y tranquilo, Megumi y Nobara se reían de las estupideces que decía Itadori pero entonces...

-Duele!!!- Se queja repentinamente el pelinegro atrayendo la mirada de sus amigos

-Que sucede?- Pregunta la chica del grupo mientras lleva un trozo de chocolate a su boca

-Itadori...- Menciona vacilante Megumi pensándolo un poco antes de continuar -Tú mano me mordió- Termina su frase mientras soba su muñeca, donde efectivamente había una gran  marca de mordida que amenazaba con sangrar

-Oye!!! Que te pasa?- Exclama el pelirrosa regañando a su mano, en la cual se posaba una desagradable boca sobre su palma

-Que tiene de malo? Solo marco lo que es mío- Habla con desdén Sukuna

-Fushiguro no te pertenece!!!- Reclama el pelirrosa mientras estampa su mano poseída sobre la mesa para que Sukuna desaparezca

-Desde cuando el rey de las maldiciones es tan cariñoso con Fushiguro?-Pregunta esta vez Nobara ahora curiosa por la escena presenciada

-Es un idiota, solo intenta molestarme- Se queja Megumi a la vez que suelta un suspiro de fastidio para dar un sorbo a su taza de café

Tras el incómodo incidente los chicos tratan de ignorarlo y seguir en lo suyo pero entonces algo nuevo sucede, el pelinegro deja caer la cuchara que sostenía en su mano, frunce el ceño y su rostro pálido se pinta de un tono rosado hasta sus orejas.

-I...Itadori- Pronuncia nervioso

-Qué ocurre, te sientes mal?- Cuestiona el nombrado con una expresión de preocupación

-Podrías decirle...a tu mano que deje...de...de apretar mi entrepierna?- Intenta sonar calmado pero falla en el proceso

-Lo siento!!!!- Aparta rápidamente sus manos y las levanta en señal de rendición

-Le quitas lo divertido a la vida mocoso- Se queja la maldición esta vez desde la mejilla de su recipiente antes de desaparecer

Fushiguro estaba bastante avergonzado por eso, así que sus amigos decidieron no hacer mención sobre el tema. Simplemente se limitaron a seguir con su vida como si nada hubiera pasado, pero era realmente difícil para todos.

Después de esa primera ocasión, los acosos de Sukuna no hicieron más que aumentar. Cada vez que Megumi estaba cerca de Yuuji la maldición se las arreglaba para fastidiarlo de múltiples formas, cada una más vergonzosa que la anterior.

El rey de las maldiciones le había mordido en varias partes del cuerpo, le había acariciado indebidamente e incluso le susurraba cosas vergonzosas y obscenidades al oído, lo cual era en especial la debilidad de Fushiguro, sus orejas eran su punto débil y más sensible y esto Sukuna lo había notado en el transcurso de sus travesuras.

Jujutsu One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora