Enredados |Sterek|

Capitulo Único

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Enredados

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Yo creí que el amor nunca iba a tocarme

Siempre bajo control yo tenía mis planes. Pero tú llegaste. Y sin avisarme mi mundo cambiaste.

Me miraste así, dije: "qué interesante"Intenté resistir, pero tú me besaste.

Cuando llegaste sin avisarme, mi mundo cambiaste

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Si alguien le preguntara a Derek Hale si es feliz, el contestaría un rápido sí. Tiene cinco años, su mamá le deja cocinar galletas con ella, tiene dos hermanas geniales —Aunque a veces quiere alejarse de Cora lo máximo posible— y tres amigos increíbles que conoció en el preescolar. Por eso diría rápidamente que si es feliz. A pesar de tener siempre el ceño fruncido y solo hablar con Erica, Boyd e Isaac, Derek es bastante feliz. Su mamá le dice a menudo que debe sonreír más y no fruncir tanto sus cejas, pero Derek no lo hace apropósito. Él puede jurar que se fruncen por si solas. Tal vez por eso el resto de niños se alejan de él en el preescolar. Si no fuera por Erica, Isaac y Boyd no se hubieran acercado a él. Donde este el pequeño Hale siempre puedes encontrar a la pequeña niña rubia y a los dos niños. Pero hoy sus amigos no fueron al preescolar. Erica estaba visitando a su abuela en el pueblo vecino, Isaac tenía un horrible sarpullido en el cuello por una fea bufanda y Boyd tenía un resfriado. Derek no se siente triste porque ningún otro niño se acerque a él. Es bastante consciente que su mirada a veces puede asustar —A pesar de que solo tiene cinco años— así que por eso no está triste.

Derek esta solo en la mesa de plástico que comparte con sus amigos jugando con una figura de acción de Batman que su mamá le regalo cuando cumplió cuatro y que quiere como si fuera un tesoro. Es un regalo de su madre y Derek piensa que todos los regalos de su madre son lo más preciado que puede tener, así que por eso no le presta su juguete a nadie. Ni siquiera a Cora por mucho que llore y le grite que es malo. Derek sabe que no es malo, solo aprecia mucho su juguete como para dárselo a alguien y que lo rompa.

Esta tan concentrado en su escenario de lucha imaginario por lo que no presta atención al sonido de la puerta abriéndose. Escucha unas pocas voces y murmullos de parte de los otros niños pero los ignora. El continúa jugando con su figura de Batman hasta que un repentino olor a caramelo le golpea todos los sentidos. Derek puede jurar que es el mejor olor que alguna vez ha invadido su nariz. Eleva su vista y por un momento se pierde en los ojos de otro niño. Derek no sabe cómo explicar el color de los ojos del niño, le recuerdan a la avellanas que siempre le regala su abuela cuando va de visita por lo que genera una agradable sensación en el pecho de Derek.

—Hola —La suave voz del niño hace que el lobo de Derek ronronee en su interior—. Soy Stiles, bueno ese no es mi nombre real pero me gusta que me llamen así, además de que no creo que puedas pronunciar mi nombre bien. Ni siquiera yo puedo pronunciarlo bien —Derek intenta decir algo pero el niño comienza a hablar tan rápido que se lo impide—. ¿Te gusta Batman? A mí me encanta Batman, es genial, no tiene poderes y pelea contra los malos. Aunque Superman también es muy genial, puede volar y lanzar rayos láser desde sus ojos, pero me gusta más Batman, porque no tiene poderes y me recuerda a mi papá. Mi papá es Sheriff y pelea contra los criminales sin poderes así que él es tan genial como Batman —El pequeño niño sonríe—. Lo siento, sufro de TDAH lo cual todavía no sé qué significa pero mi mamá dice que me hace hablar mucho. ¿Cómo te llamas?