Hoseok había preparado con mucho esmero la lonchera donde metió un suculento almuerzo junto con un par de bebidas y el postre. Se la llevó al hombro y tras comprobar que no se olvidaba nada, salió de casa cerrando la puerta con un golpe seco. Controló la hora, yendo con un margen de tiempo para así sorprender a Yoongi en el trabajo.
Estaba nervioso, era la primera vez que haría algo así.
Esa última semana había sido algo distinta para Hoseok y Yoongi. Desde que compartieron cama por primera vez, su relación ya no era la misma de antes. Todo era nuevo para ambos, y al parecer, los dos tenían miedo de hacer algo que disgustara al otro. Yoongi en especial, era realmente precavido, pero en varias ocasiones, la euforia que sentía era tal, que se permitía ciertas libertades como rogarle a Hoseok que le abrazara toda la noche y no lo soltara bajo ninguna circunstancia.
Hoseok, por su parte, estaba feliz porque Yoongi finalmente había dejado a un lado su actitud arrogante y déspota. Había tomado mucho tiempo, pero ahora ambos podían tener una relación normal, sin desprecios o palabras hirientes.
Jimin incluso le decía que se veía feliz, a lo que Hoseok simplemente sacudía la cabeza, pero con una evidente sonrisa en los labios. Los que seguían sin tomar bien su relación con Yoongi, eran Taehyung y Jungkook. El primero había cesado con sus comentarios llenos de reproche e irritación, pero Hoseok no estaba seguro de que su nueva indiferencia le hiciera sentir mejor. Cuando se encontraban todos juntos en casa, Taehyung fingía que Hoseok y Yoongi no existían, como si fueran parte de la pared. Sin embargo, el alfa ni siquiera se percataba de ello; solo tenía ojos para Hoseok.
Esa mañana el omega había preparado el almuerzo mientras Taehyung y Jungkook desayunaban en el comedor, sin dirigirle apenas la palabra. Jungkook parecía el único apenado por la situación, pero no hizo el amago de reconciliarse con Hoseok.
Una buena forma de olvidar la horrible tensión que había en casa era dándole una sorpresa a Yoongi en el trabajo, y así, pasar más tiempo juntos.
Hoseok agradeció la dirección proporcionada por Jimin, pues hasta ese momento, había ignorado casi por completo todo lo relacionado con Yoongi. Según sus indicaciones, no era necesario tomar el coche para ir hasta allí. En veinte minutos llegó al lugar de trabajo, entrando en recepción y preguntando por Yoongi.
—¿Tiene cita programada con el señor Min? —preguntó el recepcionista beta.
—Aah... No, yo...
—Lo lamento, pero debe pedir hora —le interrumpió el beta sin levantar la mirada de la computadora—, el señor Min tiene un hueco libro entre las...
—¡Soy su omega! —exclamó Hoseok, llamando la atención del otro recepcionista y de los que esperaban en el vestíbulo—. Dile que he venido a verle.
El beta alzó los ojos, encarando una ceja. Hoseok se mantuvo firme, pasando por alto cómo estaba siendo juzgado por ese individuo. Finalmente agarró el teléfono como si requiriese un gran esfuerzo, marcando el número a desgana.
—Señor Min —habló tras unos segundos de espera—, su omega está aquí. Sí... bien. —colgó el teléfono, regresando su atención a la computadora—. Su despacho está en el segundo piso.
Hoseok se alejó rápidamente de la recepción, subiendo por las escaleras con un extraño hormigueo en el estómago. Cuando llegó al segundo piso se encontró con un amplio espacio de trabajo donde estaban colocados los empleados, y al fondo, varias puertas que supuso, serían los despachos. Se quedó ahí de pie, preguntándose cuál de todos era el despacho de Yoongi.
Su súbita aparición atrajo miradas curiosas, causando que Hoseok se mordiera el labio, nervioso. La perspectiva de permanecer ahí quieto era igual de incómoda que llamar puerta por puerta preguntando por el alfa. Afortunadamente no hizo falta ninguna de las dos cosas, Yoongi salió de uno de los despachos, haciéndole un gesto a Hoseok con la mano en cuanto lo vio.
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Nuestro amor imperfecto {yoonseok}
Fanfiction-Porque nuestras historia de amor no se escribió de un día para otro -dijo Hoseok. Porque su amor nunca fue perfecto; ni siquiera sus comienzos. [continuación de Harem imperfecto]