El Mensajero de Windville

Prólogo

Era una silenciosa noche en el pueblo de Windville, solo se podían oír los pasos de Blake Tate, quien caminaba por el bosque, esperando reunirse con unas personas que había conocido hace unos días, ellos le habían propuesto algo realmente extraño, pero esto a Blake no le importaba, ya que su vida era muy aburrida y estaba constantemente controlada por su autoritario padre, quien lo había obligado a estar en el ejercito durante 7 años, desperdició gran parte de su juventud en ese lugar, pero creía que había adquirido algo de carácter, o al menos eso decía su padre, tenía 23 años y no había echo nada interesante con su vida, necesitaba algo de acción en ella y con estas personas creía poder conseguir eso. Luego de caminar bastante, logró divisar en medio del bosque una luz, parecía venir de unas antorchas, Blake se detuvo al ver esto, eran aquellas personas y ellas no tardaron en notar su presencia allí

- Buenas noches Blake Tate - saludó un joven que se encontraba allí

- Hola, ¿aquí es la reunión? - preguntó Blake con una gran informalidad

- Exactamente, mi nombre es Graham Lane y seré quien te ayudará en tu iniciación esta noche - explicó el muchacho

- ¿Qué tengo que hacer? - preguntó algo asustado Blake

Graham le ordenó al chico a ganarse en medio de donde ellos se encontraban, los demás colocaron unas velas alrededor de él, le pidieron a Blake cerrar los ojos, al hacer esto una fría brisa recorrió todo su cuerpo, posteriormente tuvo que abrir los ojos y al hacer esto grande fue su sorpresa, se encontró con un extraño ser, al cual no se le lograba divisar el rostro, vestía una túnica negra y no hablaba

- Mensajero permítenos oír tus ordenes y consejos, reconócenos como la tercera generación del club - exclamó Graham alzando sus manos

La entidad posó una de sus manos sobre la frente de Blake, el chico al sentir el frío y extraño tacto, comenzó a sentir un fuerte dolor en su cabeza, era como si tuviese una horrible jaqueca, los oídos comenzaron a zumbarle y su vista se volvió borrosa, cuando el Mensajero lo soltó, el chico se sentó en el suelo, sentía como si se fuese a desmayar, el misterioso ser continuó haciendo exactamente lo mismo con los demás, luego de unos segundos Blake comenzó a escuchar una voz, era como un susurro, se volteó a ver al Mensajero y notó que aquella extraña voz provenía de él, ahora podía escucharlo. Finalmente la entidad comenzó a decir unas extrañas instrucciones, que Graham parecía sabérselas muy bien

- 8 almas deben entregarme, su sangre les dará la vida eterna, deben ser cuidadosos, deben permanecer en silencio - luego de decir esto el ser hizo aparecer un reloj entre sus manos el cual le entregó a Graham mientras le decía algo en su oído, posteriormente se marchó de allí, desapareciendo, mientras desataba una fuerte ráfaga de viento que apagó las velas y las antorchas que allí se encontraban

Todos se quedaron en silencio, Blake tenía demasiadas preguntas que hacer y no sabía por donde comenzar, Lane encendió una linterna ya que estaban iluminados solo por la luz de la luna 

- Bienvenido al Club de los Silenciosos Blake Tate, eras el integrante que nos faltaba - afirmó Graham estrechándole la mano

- Gracias, esto es lo más extraño que me ha pasado en la vida, tengo muchas preguntas pero -hizo una pausa - no sé por donde comenzar - aseguró algo nervioso

- Blake todo esto lo iras entendiendo con el tiempo, hay mucho que debemos aprender, debemos enorgullecer a mi padre y a los otros ex miembros del club - suspiró - solo te aconsejo no separarte de mi lado, hay muchas cosas que no debes decir y debo vigilarte - explicó el chico

- De acuerdo - respondió 

- Mañana por la mañana comenzaran las clases en la preparatoria de mi familia, tendremos al ultimo grado de preparatoria allí, solo debemos ser cuidadosos al escoger, así que les pediré que mañana se presenten en la oficina de mi padre, debemos hablar algunas cosas - finalizó diciendo para luego marcharse de allí junto a los demás 

Blake se quedó allí de pie observando todo, necesitaba asimilarlo, si su familia supiera todo esto lo encerrarían en un psiquiátrico, pero nada de esto debía salir de su boca, todo esto era un secreto que debía llevarse a la tumba.