La mañana posterior al baile, fue bastante silenciosa, nadie quería hablar de lo que había ocurrido la noche anterior, habían sido muchas emociones fuertes, que aun nadie lograba asimilar por completo. Suzie estaba con los ojos cerrados, sintiendo como el agua de la ducha caía por su cuerpo, estaba feliz por primera vez en su vida, Jasper se había marchado en la mañana antes de que llegaran los padres de ella, le dejó una nota en donde decía "Te amo Suzanne Graves, por siempre". Al salir de la ducha caminó a su habitación con la toalla puesta, escogió la ropa que usaría ese día y posteriormente se acercó a su tocador para maquillarse, de pronto sintió que alguien tocaba su puerta, preguntó quien era y quien contestó fue Charlie, el cual sonaba muy desanimado.
- ¿Qué ocurre Charles? - preguntó la rubia delineándose los ojos
- Anoche fue una noche terrible, Lydia me vomitó encima, por culpa de Gwen que le colocó licor al ponche, por esto Grace la golpeó en la cara y por lo visto ya no serán amigas nuevamente - explicó el chico sentándose en un pequeño sillón que había a un rincón de la habitación
- Vaya eso es horrible, un clásico de Gwen Henderson ¿Y Lydia como está? - preguntó Suzie
- No lo sé, solo huyó del lugar - suspiró el rubio
Ambos se quedaron en silencio un momento, los dos tenían mucho que hablar, pero ninguno se sentía seguro de conversar en profundidad. Charlie se puso de pie y caminó hasta donde se encontraba su hermana
- ¿Quieres salir un rato? - preguntó el chico
- ¿Contigo?¿por qué? - preguntó la rubia extrañada
- Necesito despejarme de toda la mierda de anoche, además debo contarte algo que no quiero que mis padres escuchen - susurró al final
- De acuerdo, creo que también necesito salir un rato de esta casa, pero debes comprarme una hamburguesa idiota, muero de hambre - dijo tocándose el estomago
- Bien Suzanne, te compraré algo, ahora vamos antes de que despierten nuestros padres - finalizó diciendo el chico mientras daba vuelta las llaves de su auto
Los padres de los mellizos Graves seguían dormidos, habían llegado a casa cuando estaba amaneciendo, antes de irse de allí Charlie se acercó a la señora Lloyd para decirle que irían a la casa de unos amigos y que no llegarían hasta la noche, ella solo asintió, nunca dudó de ellos, a pesar de que esta vez estaban mintiendo. Durante el viaje todo estuvo bien, habían comprado unas hamburguesas con patatas fritas y por primera vez no habían discutido durante horas, en la radio iba sonando 1979 de The Smashing Pumpkins, Suzie iba mirando por la ventana, mientras terminaba de beberse una soda, ya se habían alejado un poco de Windville, se encontraban en una autopista
- ¿A donde quieres llegar Charles? - preguntó la rubia acomodándose en el asiento
- No lo sé, supongo que a Los Ángeles - río el rubio
- No seas idiota, no pienso dejar Windville, no pienso dejar solo a Jasper - se quejó la chica para luego escupir a su hermano con la bombilla de su soda
- No seas asquerosa Suzanne - se quejó el chico por la acción de su hermana
- ¿Qué querías hablarme?
- Tu sabes que tengo pesadillas recurrentes y problemas de insomnio, pero nunca he querido hablar de este tema con nadie ni siquiera con mi psiquiatra - suspiró el chico al final
- ¿Qué ocurre?- preguntó preocupada ella
- Nunca he querido hablar acerca de que es lo que veo en ellas, hay muchas cosas que ni siquiera tienen algo que ver con el accidente, cada vez se van agregando cosas más extrañas y a veces incluso sigo escuchando voces extrañas cuando ya he despertado - explicó el rubio
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El Mensajero de Windville
Ужасы[Antes de leer esta historia se debe leer primero "El Club de los silenciosos"] Precuela de "El Club de los Silenciosos" (Generación 1995) PROHIBIDA SU COPIA O ADAPTACIÓN