Cuarta Razón

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Jungkook llegó a casa, abrió la puerta de su departamento y lo primero que lo recibió fue el olor a alcohol y sexo.

Su madre estaba en casa y, aparentemente, acompañada.

Por lo general el azabache ya se había acostumbrado a las bienvenidas que su madre le daba cada que venía al departamento.

O llegaba drogada, o alcohólica o enferma.

Otra vez, Jungkook se sentía culpable de ello.

Si él no hubiese nacido ella estaría con el 'Amor de su vida' o al menos eso era lo que ella le repetía cada vez que se miraban la cara.

La Lisa de ahora no es la misma que Jungkook conoció durante sus primeros ocho años. Había cambiado drásticamente después del incidente que tuvieron cuando el Sr Jeon conoció a su 'Hijo Bastardo'.

Por lo que recordaba Lisa lo trataba bien, lo mimaba y lo cuidaba como un tesoro, cómo si fuese lo más preciado, lo educaba todos los días en casa a pesar de que Jungkook asistía perfectamente a una escuela, lo mantenía siempre limpio, le enseñó modales, lo alimentaba correctamente y sobre todo le hacía saber que debía ser perfecto.

Debía ser perfecto si quería que su padre lo amara.

Jungkook creció con esos pensamientos constantes, siempre sobre esforzándose para cumplir con las expectativas puestas.

Intentaba, el de verdad intentaba hacer todo bien.

Pero era humano.

Y los humanos cometen errores.

El creía firmemente que su padre era el mejor hombre del mundo, y hasta lo llegó a admirar aún, cuando no lo conocía.

Su madre siempre le contaba que él era tan apuesto como un príncipe, tan caballeroso como un Mayordomo, y tan elegante como un Rey.

Y Jungkook le creía.

Fue por eso que cuando conoció a su padre se quedó sin palabras, ese no era el hombre que Lisa describía.

Su mirada de decepción, sus oscuros ojos, sus venas palpitando en los laterales de su frente. Jungkook quedó derrumbado.

Todos sus sueños y esperanzas de tener un padre que lo amara y lo cuidara, así, cómo lo hizo su madre en algún momento. Fueron destruidas en tan solo diez segundos que estuvo con el hombre.

Ese día quedó grabado en su memoria como el peor de los días. Su padre lo despreció y su madre lo abandonó.

La golpiza que recibió ese día no podría ser comparada con nada, y no era el dolor físico, porque claramente la pelea de Sehun fue más turbia, si no el dolor emocional.

Ser golpeado e insultado por la persona que admiras y amas, aún sin entender del todo el problema y que después de saberlo seas tú el dicho problema, era horrible.

Y Jungkook no se lo deseaba a nadie.

Porque son experiencias que te dejan marcado para toda la vida, y lastimosamente, no de una forma positiva.

Adentrándose más al departamento escucho ruidos algo... Extraños.

Eran golpes.

Apresuró su caminar y llegó a la sala donde se encontraba su madre siendo golpeada por un tipo completamente desconocido para Jungkook.

Y a pesar de lo mierda que Lisa llegó a ser con él, la defendió.

Porque era su madre.

Empujando al hombre lo más lejos que pudo de Lisa, se acomodó entre ellos, y tomando una postura de defensa miró con ojos filosos al desconocido.

17 Razones Para Morir / TaeKook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora