Capítulo Cuarto

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Las palabras de Lisa eran en su mayoría ciertas, Jungkook no podía hacer que le gusten las mujeres, Fallaba en algunas cosas, no podía ser bueno en todo. Y tenía un trabajo que ciertamente no era completamente de su agrado.

Justo ahora, después de semanas desde lo ocurrido con su madre Jungkook todavía tenía las hirientes palabras en su cabeza, era inevitable no sentirse mal cuando tú propia madre te llama maricón,  Porque si bien todo lo que su madre le decía le afectaba, que supiera de su orientación sexual era un punto que realmente no quería que lisa supiera.

El azabache se encontraba buscando entre su armario la ropa adecuada para poder salir a su trabajo.

Escogió unos jeans Blancos que hacían resaltar sus provocativos muslos y marcar su apetitoso durazno, una blusa de seda color azul con detalles blancos que dejaba en escote su pecho, y unos zapatos en conjunto con sus jeans.

Por último optó en colocarse los infaltables aretes negros, dos aros en una oreja y uno del cual colgaba un corazón morado en la otra. Busco entre sus cajones el collar que hacía juego con el arete del corazón morado pero no lo encontró. Se sintió triste porque ese par de joyas era su favorito.

Colocó una leve capa de maquillaje en su rostro, algo de polvo, un poco de labial y por último Blossom.

Jungkook amaba usar rubor.

Mirándose al espejo concluyó que se veia lo suficientemente bonito como para irse a trabajar. Porque lucir bonito era un requisito.

Mientras más atractivo seas, más clientes obtienes.

Cuando salió de su apartamento hacia las calles una brisa lo recibió, decidió caminar en vez de tomar un taxi, los días frescos lo llenaban de nostalgia, pero aún así le gustaban.

Mientras caminaba observó a niños correr, familias dándose cariño y jóvenes parejas acarameladas.

Jungkook se preguntó que había hecho el en su vida pasada para merecerse todo el odio y rechazo que había recibido. Quizás había Sido un asesino, o un Psicópata o incluso un Sádico porque no.

Y es que aún así no entendía porque tenía que pagar todos su pecados de otra vida, en esta. Era injusto. O así lo veía el.

El pasado Jungkook no era el mismo de ahora, el no tenía la culpa de que hubiera Sido un maldito en su otra vida.

Levantando la mirada del pavimento se encontró con el lugar dónde se encuentra ubicado su trabajo.

Entró allí mirando hacia su alrededor y poder ver qué hoy, había ido mucha gente.

Saludando a las personas que se encontraba en su camino, llegó por fin a su área de trabajo. Rodeó la barra y se úbico dentro de ésta.

Era bartender.

Trabajaba en un Bar/Club gay. Lesbianas, homosexuales, y bisexuales eran quienes más frecuentaban ese lugar.

Y aunque debería sentirse cómodo en este tipo de sitios, muy rara era la ocasión en la que de verdad estaba a gusto.

Era bartender desde que cumplió la mayoría de edad, no pagaban mal en ese lugar y ganas muchas propinas de los tipos o tipas que compraban tus bebidas.

Jungkook podía soportar las cosas negativas de ese bar mientras pudiera mantenerse a si mismo y pagar su universidad.

Generalmente habían muy pocas mujeres así que el azabache se había acostumbrado a ver más a tipos.

Lo cual era algo desagradable desde su punto de vista.

El nunca estuvo de acuerdo con el 'Sexo Casual' eso de follar porque tienes ganas le parecía estúpido.

17 Razones Para Morir / TaeKook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora