Cap. 4. Freedom

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El frenesí de golpes continuaba, dentro de la mente de Jason, el visualizaba una caja, encadenada, en la cual el reprimía todos esos impulsos que él tenía, pero durante ese descontrol, las cadenas se estaban despedazando, lo que estaban conteniendo iba a estar libre. El brutal ataque continuo, por cada golpe que daba, esas cadenas imaginarias se iban despedazando más y más, estaba teniendo destellos en los que veía y recordaba lo que había pasado, el abandono de su padre, los abusos de su madre, todo.

Jason siguió atacándola hasta que, sin darse cuenta, ella ya estaba muerta, llena de sangre, con el rostro desfigurado. Jason miró sus manos, estaban empapadas en sangre y temblando.

Jason no podía creer lo que había hecho, él huyo de la escena, dejando el cadáver de Mandy en el fondo de ese callejón.

Llego corriendo a casa, para su suerte su madre no se encontraba en casa, se dirigió al baño para limpiarse la sangre, se encontraba en shock, aún tenia en su mente la imagen del rostro desfigurado de Mandy, en su mente pasaban muchas cosas, sabía que lo que había hecho estaba mal, pero también, en ese momento, la caja que contenía todos sus impulsos, al fin se abrió, aunque hizo algo horrible, dejo de verlo así, sabia que lo que había hecho había producido algo en él, Jason disfruto mucho lo que había hecho, su respiración se tornó más exaltada, una sonrisa lleno su rostro, comenzando a reír, lo que había hecho le había producido un enorme placer porque por fin ya no tenia que reprimirse, por fin dejó salir todo lo que guardaba, por primera vez en su vida, Jason se sentía libre.

Aprovecho que su madre no se encontraba para poder deshacerse de la ropa manchada con la sangre, fue a su patio trasero, tomó un contenedor de basura, introdujo ahí su ropa y la prendió en fuego, espero ha que se consumiera por completo hasta quedar solo cenizas y después tirarlas.

Al día siguiente en la escuela, les informaron a los alumnos de la muerte de una de sus compañeras, que la policía ya estaba buscando al responsable.

Nunca imaginaron que el responsable se encontraba justo ahí.

Jason ya probo el sabor de su libertad, y ya que lo había experimentado, no se detendría.

La pena de un asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora